En un caso como el que yo describí en correos anteriores de esta misma serie o el que describió Silvio Manuel, no se trata de dejarle las riendas al otro yo, sino de sacar lo mejor de sí mismo. Entendamos por qué.
El "otro yo", el "doble energético" o "el otro", como lo llaman en el linaje de don Jorge Elías, en tanto ser actuante, es el resultado de una labor impecable de desdoblamiento que se va consiguiendo por etapas, de ahí que no todos puedan dejarle "las riendas a su otro yo", mientras que cualquiera tiene el poder de poner en acto lo mejor de sí mismo, si así lo intenta.
Supongamos, sin embargo, que alguien ya hubiera logrado desarrollar al otro actuante. Pasarle las riendas no tendría nada que ver con la esperanza o falta de ella... sería un mero otorgamiento de voluntad actuante digna de un guerrero impecable y capaz, que verdaderamente ha hecho la "tarea".
Más aún: para un verdadero guerrero que está librando una batalla, eso de "entregarse a su muerte sin miedo" resulta una verdadera tontería. Como ya te lo expliqué personalmente, Sonia, esta es una de las principales discrepancias entre muchos de los enfoques que le dio Castaneda a las enseñanzas de sus maestros y el punto de vista de los guerreros de don Jorge Elías.
Para empezar, se supone que cuando ya se es todo un guerrero el miedo no es un factor que entre en juego, pues ya ha sido superado.
Para seguir, de cualquier manera casi todos los seres humanos van hacia la muerte... no así un guerrero. Es por ello que un guerrero que está buscando dar el salto hacia la Luz en lo que menos piensa es en la muerte, y mucho menos en entregarse a la muerte.
Un guerrero verdadero sabe que cada uno de sus pensamientos tiene poder verdadero, por lo que no se puede dar el lujo de pensar siquiera en la muerte, ya que de hacerlo la estaría llamando. Recuerda que en mi libro narro la manera en la que el nahual Elías le advierte a su heredero que a partir de cierto momento de su desarrollo deberá tener especial cuidado con sus pensamientos. ¿Por qué crees que se lo dijo?
No, queridos hermanos. Yo que ustedes, en lo que menos estaría pensando es en la muerte, y menos aún cuando se esté librando una batalla, y menos aún en entregarse a ella. En mi libro hay un pasaje que lo ilustra claramente, cuando el heredero del nahual Elías enfrentó a un brujo de un pueblo que lo estaba cazando para tomarlo por descuido, y el cazado resultó él, pues el nuevo nahual le partió la cara en dos por medio de un rayo que lanzó con sus manos. Más aún, cuando yo estaba enfrentando la prueba a la que aludí en un correo anterior de esta misma serie, en lo que menos pensé fue en la muerte... ¡ni por un sólo momento me pasó por la mente, y mucho menos entregarme a ella o dejarle la responsabilidad de la prueba a mi "otro yo"! Nada de eso. La prueba la enfrenté con la totalidad de mi ser, motivado por la esperanza irreductible de que todo se me iba a solucionar favorablemente, como realmente ocurrió. Todavía más aún, el nahual Elías me dijo una vez que si su heredero hubiera pensado siquiera por una pequeña fracción de segundo en la muerte, mientras caía al vacío desde una enorme barranca para terminar despedazándose en las rocas del fondo, verdaderamente hubiera muerto. Tenía toda la razón.
Así pues, queridísimos hermanos, tengan mucho cuidado con esos conceptos un tanto románticos y a medias filosóficos relativos a la muerte, ya que la pintan como nuestra mejor consejera y compañera, cuando las auténticas luchas con la muerte nada tienen de eso.
¿Entienden a lo que me refiero?
Esa es la verdadera diferencia de fondo entre todos aquellos que aspiran a que algún linaje los tomé como aprendices de guerrero que aspiran a la verdadera libertad y todos aquellos que están ya en las filas de algún linaje. Los verdaderos guerreros no se andan con miramientos en lo que a vencer a la muerte se refiere. Por eso es que su esperanza es irreductible; por eso es que su fuerza de voluntad es de luz; por eso es que sus pensamientos son impecables; por eso es que sus sentimientos son de hermandad: porque de otra manera se estarían socavando a sí mismos la mínima oportunidad de dar el salto a la Luz.
¿O creen ustedes que un guerrero que está por encender su "fuego interno" se pone a pensar en lo lindo que es vencer a la muerte? ¡Nada de eso! Un guerrero, durante el trance mismo que lleva a dar el salto a la Luz, y a lo largo de todo su camino, sólo piensa en la vida eterna, en que su esperanza irreductible lo está proyectando, en que lo va a conseguir con todos sus hermanos del grupo, y en que se lo merece por el grado total de desapego que ha conseguido, dejando atrás la Tierra en la que ha nacido en innumerables ocasiones, y en que lo está consiguiendo a pesar de todas las contras. ¡Esa es la verdadera diferencia!
Yo pienso que el maestro de Castaneda le habló de la muerte de esa manera porque veía-intuía que Carlos tenía unas fijaciones mentales que le conferían características tanatofílicas. En otras palabras; ¡don Juan se la pasó acechando a Carlos Castaneda! Y claro, como fue Castaneda quien escribió al respecto de cómo le fue en la feria, pues ahora todos sus lectores piensan que esa es la única manera de hacer las cosas. ¡Nada más alejado de la verdad! Se los digo yo que lo sé de cierto.
Ahora bien, una técnica sencilla para empezar a reactivar el chakra base consiste en sentarse en posición de flor de loto. Con el poder de la mente y del intento se jala una luz roja desde el centro de la tierra y se concentra a la altura del ano. La impresión debe ser de cosquillas y de calor. Conseguido esto se pone a circular la energía, primero en el sentido de las manecillas del reloj (para que la energía entre), después, y para terminar el ejercicio, en el sentido opuesto a las manecillas del reloj (para que la energía salga y se reactive el chakra base).
El tener sexo con una pareja afín quizá pueda serte útil a ti (si la energía de la pareja ya está completamente equilibrada), pero ¿lo será para tu pareja? Lo que yo te digo es que en tanto tú misma no estés equilibrada en toda tu energía, será muy fácil que absorbas o proyectes energía polarizada, que te puede hacer más daño que beneficio.
No se desanimen, que nosotros vemos que ya empezaron a hacer las cosas de la manera correcta.
Enrique Rojas.