Blakaman, tu ayuda es inestimable para mi. Muchísimas gracias. Haré con fuerza y emoción lo que me dices amigo. Un abrazo.

Blakaman, cuando hablas del album de guerra te refieres  al albun de  las historias memorables.  Estas historias memorables, son las historias personales donde uno participa, pero los personajes principales de la historia son otros ,  las cuales son significativas para uno, por sus enseñanzas, como la historia las figuras frente a el espejo o estoy equivocada, no se si me explico, del lado activo del infinito solo leí la introducción.

 

Con respecto a la recapitulción a veces me pregunto cuan imortante es recordar exactamente los nombres de las personas para conformar la lista, pues a veces recuerdo perfectemente a las personas , a los lugares y las situaciones pero no sus nombres, no se si lo mejor es seguir adelante o insitir en recordar sus nombres.

 

Saludos

Isa 

Pantera, amigo mío:

 

Inicia tu recuento en algún lugar silencioso y oscuro (alistado para el caso, sin música y sin otros distractivos) convoca en voz alta al intento, dile tu nombre y permítele iniciar el recuerdo como él lo tenga dispuesto para ti. Más tarde podrás hacerlo durante tus faenas normales, nacerá del mismo infinito y bajo su orden.

 

No te obsesiones, y recuerda que a fin de cuentas el esfuerzo no cuenta, sino el resultado.

 

 

Isa:

 

Sí, esos temas están contenidos en ese libro. Las historias memorables uno puede protagonizalas, pero la verdad es que no son nada personales, sino que son la emisión del espíritu para uso y aplicación de todos.

 

Con respecto a la memoria de nombres, rostros y circunstancias es prioritaria porque de ello depende la recuperación y activación de tu energía personal.

 

Deja fluir el recuerdo en alas del intento, él sabrá como y en que momento acomodarlo; el hecho de la recapitulación no depende de la mente foranea (la que nos enseñaron a emplear mediante al educación), sino de la natural (la que nos dio el infinito); tal vez uno inicie desde allí el recuento, pero es, a fin de cuentas, trabajo desde la otredad.

 

 

Saludos mi hermano:

 

Agradezco encarecidamente tus observaciones, pero déjame que te lime cuenteño, eso de narrar mis cuitas o lo que me sucede, por el momento no le veo caso (si de por sí la comunidad es ya un brete, agregarle más penas a la copla es cuento de nunca acabar)... Hay asuntos de mayor premura y prioridad.

 

Pero, te cuento pues, digamos el mundo de todos los días ya se me acabó. Por tanto, empiezo.

 

Digamos, que esa necesidad de plantear la teoría del conocimiento tolteca es imprescindible desde la otredad que me gobierna; porque es parte de mi recapitulación personal, repleta de desconocimientos y de impersonalidad al mismo tiempo (sigo este camino desde 1972); digamos, pues, que es la manera de pararle el carro a mis insensatas figuras frente al espejo.

 

Digamos, que es la pegadura que me une a la comunidad.

 

Digamos, también, que hace falta coordinación en el grupo; y digamos además, que creo (siento) que definir el mapa de las enseñanzas de don Juan es oportuno y un desatino (de esos desatinos, ya sabes cuáles) para ese imperioso propósito.

 

Digamos, digamos nada más, que mi vínculo no es el afecto, sino el compromiso con el infinito y con la infinitud que todos ustedes son.

 

Empero, si es tu deseo, estoy a tus órdenes para platicar, discutir, analizar o valorar lo que juzgues pertinente.

 

 

Muy bien, Blakaman, te entiendo perfectamente y por fin logro sacar algo de ti. Joder, qué frío eres.

Por cierto, sigo pensando que, aparte de exponernos de forma académica y bastante impecable las ideas del conocimiento tolteca sería muy favorable para el compromiso con nosotros que el espíritu te ha concedido que nos cuentes cosillas de tus propias experiencias, siempre que tú lo veas conveniente y no te perjudique, claro está.

Por ejemplo, te voy a hacer una pregunta: ¿Ha sido buena tu experiencia con la recapitulación?

Un cordial saludo.

Saludos, mi buen Pantera:

 

Ja. No soy frío, nada frío, sólo desapegado.

 

Respecto a la recapitulación:

¡Devastadora!...

 

Encontrarte de pronto, sin que lo esperes, después de años de estar en este camino arduo, pero maravilloso, que llevas (según tú, pletórico de haceres enriquecedores) una vida rutinaria, caray, asesina a cualquiera.

 

Recopilar sin un propósito bien definido ni impecabilidad tus recuerdos es engorroso, porque tienden a guiarte hacia la autocomplacencia y el regodeo, o al sufrimiento sinfín.

 

Pero, por suerte (?), el buen espíritu me ha guiado por senderos propicios, qué digo, sorprendentes, me ha permitido recapturar y acumular tantita de esa energía dispendiada a lo largo de tantos momentos gratuitos de estupidez y entrega ociosa en la vida.

 

Puedo, por ello, decir que soy otro, y a veces el otro. Tratar con el mundo del arte puede a uno hacerlo vano, soberbio y caprichoso, con aires de inmortal; o bien despertar la sensibilidad al punto de caer en el martirio constante, que es lo mismo, pero también igual.

 

Aunque existe el otro extremo, que te conecta con la creatividad (sacar un conejo de la manga, sin traer mangas ni chaleco, por ejemplo), y ser por un instante el vínculo entre esos mundos sobre mundos que nos hacen reales y uno con la magia (uno con la eternidad)

 

También puedo decirte, amigo, que vivir íntimamente con mis hermanos indígenas y en su mundo misterioso, me ha llenado de vitalidad, de sorprendencias y de fuego interior, de sentimientos de otro orden (digamos, no emocionales, sino energéticos) para captar algo indiscernible, y sin embargo, tangible, vívido, pleno.

 

Vivir con ellos --sin contarte de la enfermedad, el hambre, del despojo, de la corrupción o la impunidad contra ellos--, la vida y la muerte que pasa sin detenerse entre las montañas, aprehender los mapas orales de su sino, el paso de marcha entre rocas que no son rocas,sino sus hermanas; sus cantares invocadores, sobrecogedores de tanta plenitud interna que viene de la comunión con lo de afuera; la danza ensimismadora y al mismo tiempo despersonalizante, el espíritu de unidad con el entorno; encuentros con serpientes de agua, de cielo, de humo y de tierra, así como con otros animales fuera de este mundo; remolinos al derecho y al revés, la magia incomparable en los ojos de los chamanes, el espejo de los cielos y el agua, el don del fuego, señales y acuerdos naturales, y sobre todo, sobre todo, la fraternidad de mi hermano, el indio... un amoroso desapego.

 

Como ves, recapitular es devastadoramente enriquecedor y bello. A veces triste, muy triste, mortalmente triste, y a veces, amorosamente desapegado.

 

Bien vale, te digo, las penas de dejarse de estar fregando con la cotidianidad, para entrar de lleno a la extrañeza, a la otredad, a ese mundo del que venimos y el que debemos recuperar, así nos cueste mil años, así la vida misma, lograrlo.

 

A eso vinimos al mundo.

 

¿Vale?

 

Saludos Guerreros:

 

Quiero agradecerte Blakaman lo que nos hablas sobre la recapitulación. Yo estoy haciendo la lista y creo que todavía me tomará un tiempo culminarla. Encontrar a alguien que haya recapitulado como tu siempre es una experiencia a tener en cuenta.

 

El Soñador

 

 

 

 

 

 

 

Cojonudo lo que dices, Blakaman. Yo también estoy, como Soñador, haciendo la lista y tengo miedo de que se me olviden personas, de hecho, aunque trato de hacerla de manera impecable sé que no me acuerdo de todas las personas con las que he interaccionado. ¿Te ocurrió a ti algo parecido al comenzar?

Pantera:

 

Por supuesto. A cada vueltita de la vida cotidiana aparecen personas sin que las invoques, ellas, como cada ser en sí, tienen una iniciativa propia, y surgen a la menor provocación de nuestros descuidos, de la falta de impecabilidad, por ello tienes que estaralerta y no dejarte interpelar por aquellos que no deben estar en tu vida ni en la memoria. Sé que no es fácil, pero quién dijo que este camino  lo era.

 

Ocupate por el momento de recordar a quienes te han dejado huellas profundas en el cuerpo, alma y mente, procura masajearte los muslos (en la parte posterior, que es donde se alojan estas memorias), así como de ejercitarlos; luego, procura convocar entornos y situaciones que correspondan al flujo de la memoria, en ese intersticio ubica rostros, manos, maneras, sonidos... dales espacio como les corresponda, y en ese preciso instante, fíjate quien más asiste a la cita memorial, proponle mentalmente (con la mente natural, no la foranea) una cita más tarde y en otro lugar; de preferencia escríbelo, luego retorna a ese lugar y ocúpate del hecho con gusto, plácelo, no lo sufras. El infinito se encargará del resto.

 

 

Felicidades.

 

 

(Siguo escribiéndoles desde el Correo de mi Amigo hasta que no se aclare todo lo relacionado conmigo en la Carpeta de las PROPUESTAS y por las palabras de XINACATL, también).

 

MI QUERIDA "PANTERITA AZULADA",

 

BLAKMAN ERA UN GUERRERO PASÍVO, COMO MUCHOS HAY ENTRE NOSOTROS TODABÍA.

 

FUÉ EN UN INTERCAMBIO QUE TUVE CON ÉL EN EL MSN QUE, ME ACUÉRDO, LOGRÉ CONVENCÉRLO A SALÍR A LUZ -

 

AHORITA QUE SALÍO, NO HAY QUE REPRIMIRLO DEMASIADO. YO TAMBIÉN YA LE DIJE, Y HE TRATADO DE DECIRLE EN TODAS FORMAS, QUE SU GRAN BLOQUEO SON LAS PALABRAS; PERO: ¿QUIEN SOMOS NOSOTROS PARA JUZGAR? -

 

NUÉSTRO DEBER SOLO ES TRATAR DE AYUDARLO.

 

UN SALUDO A LOS DOS -

 

 

De: Eldo Ble

Enviado: 01/01/2003 06:30 a.m.

Pantera:   Soba y ejercita los músculos posterolaterales de tus muslos, allí se deposita la conciencia de tu historia personal, el centro de tu recuento.   Carpe Diem

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De: PANTERA AZUL Enviado: 02/01/2003 05:34 a.m. Blakaman, tu ayuda es inestimable para mi. Muchísimas gracias. Haré con fuerza y emoción lo que me dices amigo. Un abrazo.

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De: Isa Enviado: 02/01/2003 05:57 p.m. Blakaman, cuando hablas del album de guerra te refieres  al albun de  las historias memorables.  Estas historias memorables, son las historias personales donde uno participa, pero los personajes principales de la historia son otros ,  las cuales son significativas para uno, por sus enseñanzas, como la historia las figuras frente a el espejo o estoy equivocada, no se si me explico, del lado activo del infinito solo leí la introducción.   Con respecto a la recapitulción a veces me pregunto cuan imortante es recordar exactamente los nombres de las personas para conformar la lista, pues a veces recuerdo perfectemente a las personas , a los lugares y las situaciones pero no sus nombres, no se si lo mejor es seguir adelante o insitir en recordar sus nombres.   Saludos Isa

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De: Eldo Ble Enviado: 02/01/2003 09:19 p.m. Pantera, amigo mío:   Inicia tu recuento en algún lugar silencioso y oscuro (alistado para el caso, sin música y sin otros distractivos) convoca en voz alta al intento, dile tu nombre y permítele iniciar el recuerdo como él lo tenga dispuesto para ti. Más tarde podrás hacerlo durante tus faenas normales, nacerá del mismo infinito y bajo su orden.   No te obsesiones, y recuerda que a fin de cuentas el esfuerzo no cuenta, sino el resultado.     Carpe Diem

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De: Eldo Ble Enviado: 02/01/2003 09:34 p.m. Isa:   Sí, esos temas están contenidos en ese libro. Las historias memorables uno puede protagonizalas, pero la verdad es que no son nada personales, sino que son la emisión del espíritu para uso y aplicación de todos.   Con respecto a la memoria de nombres, rostros y circunstancias es prioritaria porque de ello depende la recuperación y activación de tu energía personal.   Deja fluir el recuerdo en alas del intento, él sabrá como y en que momento acomodarlo; el hecho de la recapitulación no depende de la mente foranea (la que nos enseñaron a emplear mediante al educación), sino de la natural (la que nos dio el infinito); tal vez uno inicie desde allí el recuento, pero es, a fin de cuentas, trabajo desde la otredad.     Carpe Diem