Hola Sonia y a todos los participantes. Como soy administrador de buscadores encontradores apenas me queda tiempo para participar aquí y a otras comunidades, pero eso no significa que de vez en cuando no pase por acá a interesarme por las aportaciones que se realizan también, tal como hago con la comunidad "Nasdat".
Me ha parecido muy interesante que comentaras esos puntos, y me gustaría solo y únicamente aportar algo de mi prespectiva personal sobre algunos puntos, pues aunque las recomendaciones no están nada mal, chocan con algunas pequeñas questiones sobre el modo en que me relaciono con el conocimiento. Quizás sean questiones mas de procedimiento que de fondo en verdad, así que no cunda el pánico jaja.
Empezando por las segunda norma:
2.- Desterrar absolutamente de tu ánimo, por mas motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza. [chacra corazón y frontal]
Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos.
Solo añadir que como estos sentimientos son de destierro, se destierran a si mismos así que se trata mas bien de integrarlas con su causa, esto es encontrar la raiz de estos factores. Desde el punto de vista del guerrero, recordemos, la huida no existe si no que el guerrero concibe lo que cualquiera entendería como una huida, en el acto de escoger el campo de batalla. Si huimos como de la peste de las personas con defectos huiremos también de los nuestros y nunca tendremos acceso a las puertas del conocimiento. El guerrero puede postergar la batalla para cuando su estado energético esté adecuadamente tonificado, y puede darse tiempo para pensar o recogerse (el que sea preciso y sin límites), pero eso nunca es para el una huida si no un movimiento estratégico para domar su bestia interior desbocada, pues el guerrero nunca olvida sus objetivos. Esto es una de las normas del acecho, del mismo modo que uno tiene el derecho (que no la obligación) a retirarse "al desierto" de su soledad para interiorizar sus diablos y encontrarse con su ser superior reconciliándose con las fuerzas que lo guían en el largo y duro camino hacia el conocimiento, repleto de luchas internas y momentos de flaqueza, pero que al final vale la pena de ser recorrido para el que ya ha empezado a intuir las recompensas y frutos de alcanzar la libertad espiritual al visionar de forma profética la posibilidad real de su salto a la luz.
3.- Haz todo el bien posible. [chacra corazón]
Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona. Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.
Esto está muy bien, y también no hemos de olvidar que el bien es la libertad y que la libertad es lo mas óptimo para el cosmos. Auxiliar a todo desgraciado siempre que puedas, al fin, es equivalente a decir "auxiliar a todo desgraciado siempre que quieras" porque cuando uno puede, es cuando uno quiere. Y cuando uno quiere, por decirlo de algún modo, es cuando a uno le da la gana. (Esto mas que nada por la programación del sistema educativo a la que estamos sometidos, donde parece que sea mas optima la actitud borrega que la incondicionada, haciéndonos susceptibles de la voces autoritarias y de la imposición mas que de la oportunidad y del chance que todo ser necesita para evolucionar, creando una sociedad de autómatas que se desprecian a si mismos al no reconocer la bondad de su ser real que en la acutalidad suele venir escondido bajo una molesta capa de lodo destinada a morir en sus própias contradicciones)
.- Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. [chacra frontal y otros]
Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates.
Este Daimon del que habla Sócrates rerpesenta el otro lado de ti mismo, es el reflejo de tu en todos y de todos en ti. La forma en que nos relacionamos con ese otro lado de nosotros mismos determinará que el eco del universo sea una voz autoritaria que te atemoriza o que adopte la imagen luminosa de un guía cuya misión es acompañarte por los senderos que se extienden mas allá de la vida y de la muerte, capaz de ponerse en tu piel sin verse condicionado por tus mismos afectos y ayudarte en la labor de arrancarte por ti mismo las cadenas que te limitan.
6.- Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. [obviamente sin comentarios]
Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras. por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia.
La regla del silencio es efectivamente regla muy importante, como se refiere Zoroastro en los peldaños del conocimiento que son saber-poder-atreverse-callar. Por este orden se asciende a la escalera celeste pero el pone al atreverse como antesala del callar. Yo entiendo este fenómeno como que el callar no ha de constituir la consequencia del no atreverse a hablar, si no la consciencia de que todos los seres tienen su propio ritmo de aprendizaje y de que demasiada luz de golpe puede cegar, de la misma medida que demasiada poca acomoda y nos vuelve consentidamente a merced de las cadenas del yo. Como la vía del medio es la senda que abre las puertas del firmamento al separar las aguas de la duda, de este mismo modo los que iniciamos el camino a la liberación nos vemos obligados a aprender a templar dos impulsos concominantes que aparecen enfrentados al inicio del camino: El de la ascensión y el del descenso o vuelta al punto de partida.
Finalmente no olvidemos que ninguna desgracia es suficientemente dramática como para ser fatídicamente irremontable, ninguna piedra del camino lo suficientemente grande como para frenarnos...si no al contrario son en verdad las ayudas y las lecciones que nuestra alma tiene el poder de transmutar, (pruebas a las que nos somete nuestro propio poder personal) y allí resida quizás la llave para abrir el templo que ese Daimon terrible nos oculta constantemente. En la medida que nos metamos libre e incondicionadamente en el ajo de nuestros temores, en esa medida serán iluminadas las tinieblas de nuestra alma. Mi parecer es que la busqueda de la incondición a la hora de penetrar en ese reino secreto, tiene mas peso e importancia que el acto mismo de entrar en el, y constituye precisamente la búsqueda del intento inflexible e impecable.
Constante, sin prisa por llegar, sin pausa al caminar.
Un saludo.