Queridos todos:

 

Por sugerencia, acabo de leer íntegramente la "Carta abierta a todos los Castanedianos sobre sus peligros y mentiras", que está en la sección de "Documentos". Al respecto tengo un comentario principal:

 

La suscribo totalmente.

 

Estoy completamente de acuerdo con ella, pues Nerea y yo hemos sabido todo el tiempo que las cosas con Carlos Castaneda (que no con su maestro, don Juan, o con el linaje de éste) son así, como se analizan en la "carta".

 

Si leen cuidadosamente todo lo que he publicado en este foro, se darán cuenta que mis palabras van en el sentido de ir revelando por etapas la terrible desviación que le significó al linaje de Juan Matus la falta de impecabilidad y los tratos injustificables que el llamado "nagual de tres puntas" realizó con los llamados "aliados" y el "desafiante de la muerte", quienes terminaron por exigirle tanta energía que terminaron con su vida y esclavizaron a sus tres brujas.

 

He ido por etapas, porque algunos de ustedes están verdaderamente deslumbrados con la posibilidad de terminar formando parte del intento de Castaneda, tan manifiesto a partir del "Segundo anillo de poder", y no quieren abrir los ojos al hecho de que una cosa era el linaje de don Juan, y otra muy distinta lo que hizo Carlos Castaneda cuando fue rechazado por su maestro (fíjense bien en lo que escribí: no quieren abrir los ojos).

 

Castaneda iba más o menos regular hasta "Relatos de poder", pero después empezó a desbarrar de manera impresionante. A mí, personalmente, me da mucho gusto que haya personas en el mundo que ya se dieron perfecta cuenta de ello, y que haya otras que empiecen a despertar. ¡Enhorabuena!

 

Sé que todos los guerreros del linaje del señor nahual don Jorge Elías están contentos de que, finalmente, haya la posibilidad (por medio de todo lo que se me ha permitido revelar), de que el mundo sepa que los guerreros auténticos, quienes forman parte de algún linaje, tienen una concepción del Universo y de sí mismos que verdaderamente es sabía, liberadora y amorosa, y no amañada, castrante e impositiva.

 

La pregunta ahora es, ¿qué va a hacer cada uno de ustedes al respecto?

 

A partir de ahora, todos los auténticos guerreros del mundo estaremos atentos a todas y cada una de sus respuestas y comentarios, pues de ello dependen muchas cosas, una de ellas, que les mostremos a través de este foro más aspectos auténticos de los linajes de sabios y de los verdaderos hombres de conocimiento que aún existen en los diferentes linajes, especialmente, lo referente a los mensajes que los seres de luz entre ellos están dispuestos a darnos (si no fuera posible por este medio, desapareceremos de estas páginas y lo haremos en mis libros, que para eso los estoy escribiendo).

 

Si aceptan un consejo de mi parte, les digo que abran su entendimiento y sus corazones, abandonando todo resabio de ego lastimado que puedan tener. Las cosas son mucho más maravillosas y liberadoras de lo que se les hizo creer hasta ahora y es justo y necesario que ustedes también, en tanto buscadores sinceros, las descubran de esa manera.

 

En el epígrafe de mi libro, cito a Serge Raynaud de la Ferriere expresando lo siguiente:

 

 

 

Sinceramente:

Enrique Rojas Páramo.

GRACIAS "ENRIQUE"; EN ESTO TAMBIÉN CONCUÉRDO CONTIGO. PERO, PREFIÉRO EXPLICÁRME MÁS EN DETALLE EN OTRAS DISCUSIÓNES..

 

 

GRACIAS!!

A NOMBRE DE TODOS LOS "BUSCADORES" SERIOS -

 

Estimado Enrique:

 

No sólo la armonía del estupendo castellano en que te expresas llama la atención a este aprendiz añorante de conocimiento que soy yo. La dulzura y el respeto que muestras en tus respuestas es digno de admiración, así como también lo es el gesto de que un verdadero guerrero baje a charlar con nosotros.

Este mensaje es simplemente de agradecimiento, tus palabras iluminan. Aunque por desgracia aún no he leído tu libro -espero hacerlo pronto- tengo el presentimiento de que aportará luz a mi camino, ahora en tinieblas. Con sólo oír el nombre de Nerea, algo dentro de mi se emociona, increíble pero cierto. Si puedes, transmítele el saludo de un humilde médico español que desorientado y confuso pero sobrio y pundonoroso marcha anhelante con el intento de incorporarse a las milicias del Espíritu.

 

Un enorme y afectuoso saludo, Enrique, te estoy preparando una pregunta de suma importancia para mi.

 

Gracias

Sus palabras siempre nos llenan de luz, querido Enrique.

Aunque sé que he leído menos a Castaneda que algunos de este grupo, al estar leyendo sus libros por primera vez (hasta el momento), me percaté que no es el mismo Carlos que escribe "Las Enseñanzas de Don Juan" que el que escribe los últimos libros (Ojo: tampoco estoy implicando que sea físicamente una persona distinta), pero el cambio en él es innegable, en los últimos no se percibe de igual forma a Don Juan. Y el leer precisamente hoy su mensaje ha sido una respuesta contundente para mí; desde ayer estaba pensando, precisamente, que ... no sé como explicarlo ... si todas las enseñanzas dadas por un nagual, están influídas por la personalida básica del mismo, entonces hay que estar abiertos, pues las cosas no necesariamente tienen que ser solamente de la manera que hemos leído en una sola fuente, vale la pena analizar las enseñanzas de otros naguales, el mismo don Juan hacía esto al contar anécdotas del Nagual Julián y el Nagual Elías.   Por supuesto, que no es mi intención minimizar al Señor Nagual Castaneda, porque su aportación es magnífica y muy importante para todos los que nos interesamos en esto y es una lección enorme la que nos dá con su vida (!!!), además de sus textos. Además de que, de cierta manera él ha sido mi primer contacto con este mundo, como es el caso de muchos. Es muy esclarecedor leer por ejemplo "Atrapado en lo Tremendo", porque permite ver las cosas desde un punto de vista diferente y estoy ansiosa de leer su "Nerea", Enrique, porque emana de usted una generosidad y una paz muy especiales, y ... bueno como "buscadores-encontradores" tenemos el deber de mirar desde diferentes ángulos y la libertad de escoger el camino que tenga más corazón para cada uno.  Un abrazo ... María