Estimado Laliu:
Tan cuenta el poder personal, que ello está implícito en todo lo que apunté. Nada más no pierdas de vista que todo el poder personal que una persona sea capaz de reunir no bastará para que cambie por sí misma su orientación natural, asumida desde antes del nacimiento, si en el momento preciso no recibe una ayuda superior, como la que dan el hombre y/o la mujer nahual, o el mismo Espíritu, por una dispensa especial..
Por otro lado, conviene no confundir lo que son las disposiciones elegidas previo el momento de la encarnación, con lo que son las posibilidades de cambiar de dirección una vez encarnada la persona. En el primer caso, todo se lleva a cabo por acuerdos gozosos entre almas (tanto de los guías como de uno mismo), mientras que en el segundo, se trataría de dar marcha atrás de manera brutal y sufriente, puesto que el cambio de dirección se daría en el mundo material. Insisto en que no hay que intentar hacerlo, nada más por razones personales y egoistas (el riesgo mayor radica en que se puede caer en excesos que, a nivel del cuerpo físico, se ejemplifican con los casos de Michael Jackson o el de la mujer aquella que ha sufrido operación tras operación para parecerse lo más posible a la muñeca Barbie).
Afortunadamente, no basta nada más con desear cambiar de dirección y con ponerse a acumular poder personal para conseguirlo. Ese tipo de cambio sólo es posible llevarlo a cabo si hay una situación de verdadera necesidad dentro de un grupo que es guiado por un nahual y nahuala hechos y derechos [ya que son ellos quienes tienen la fuerza necesaria para potenciar el poder personal que acumula el guerrero(a) en conflicto], y cuando se corre el riesgo de romper al grupo en caso de no hacerlo. Repito: ello es así, porque cada uno ha elegido libremente, y en estado de iluminación, experimentar una vida completa de la manera en la que se está en ella (si bien pocas son las personas que recuerdan cualquier cosa relativa al respecto. Agrego que esto de olvidarlo también fue acordado).
Se puede, eso sí, e incluso se debería, potenciar las posibilidades de nuestro ser en el mundo lo más posible, pero desde esa posición que ya adoptamos en forma de una determinada configuración energética. Ello es así, simple y sencillamente porque de eso se trata. Ese es el verdadero reto que demuestra lo que verdaderamente somos, y no se vale rajarse o echarse para atrás nada más porque siempre no nos está gustando la dirección que adoptamos. Eso no es de guerreros verdaderos.
La finalidad del linaje del señor nahual don Jorge Elías siempre fue conseguir el logro máximo de la conciencia encarnada en el mundo material, y en particular en este planeta que habitamos: ascender consciente y voluntariamente con la totalidad del ser, transmitiendo los conocimientos y experiencia adquiridos a sus sucesores, para perpetuar la posibilidad milagrosa en espera del momento futuro en que las circunstacias sean más favorables para integrar grupos de maneras en las que en tiempos de los Mayas y otros pueblos antiguos era posible. Afortunadamente, gracias a Nerea, el linaje ha manifestado una posibilidad aún más impresionante, que a su debido momento me será permitido revelar.
Lo que sí te puedo adelantar es que tiene mucho que ver con el hecho de que la inmensa mayoría de los seres humanos en el mundo actual no encuentran al nahual que los guíe y potencie.
Por último, te comento que en el linaje del señor nahual don Jorge Elías (y contrariamente a lo que ocurrió con otros linajes, no tan sólo en el de don Juan Matus), el camino está floreciendo de maneras impresionantes, de las que se me ha permitido dar cuenta en su debido momento.
Con afecto y respeto:
Enrique Rojas.