Laliu:

 

Afortunadamente, por parte del linaje del señor nahual don Jorge Elías han estado floreciendo tres ramales de su linaje que, cuando hayan terminado de afianzarse como los grupos constituidos que ya son, podríamos empezar a considerar como tres linajes nuevos: uno en guatemala, otro en Colombia, y un tercero en Perú. Cuando esto sea así, subirá automáticamente el conteo de los linajes que aún existen. Actualmente, los guerreros del linaje de don Jorge están explorando la posibilidad de fundar dos grupos más, uno en Ecuador y otro en Portugal. Yo sé de cierto que todo esto se ha dado gracias a la bendición que le Espíritu le dio al linaje de don Jorge a partir de la venida al mundo de Nerea.

 

El motivo de la desaparición de los linajes es muy fácil de ver: basta con atender a las tendencias de los seres humanos en los últimos ciento cincuenta años, toda vez que las personas comunes, y en particular los naturales de nuestro México rural, ya no están interesados en sacrificar todo lo que haya merced, pues lo que más les interesa es una vida menos dura, en la que los satisfactores de necesidades básicas se pueden adquirir sin mayores sacrificios. Por si fuera poco, el advenimiento de los medios electrónicos de comunicación, en particular la televisión, nos presentan una serie de paradigmas que se imponen a pesar de su alteridad, al punto que una persona de las sierras de Oaxaca prefiere irse de bracero a Estados Unidos que aprender algún camino de conocimiento lleno de sacrificios de un anciano curandero. Esto es algo que yo mismo he podido atestiguar durante los viajes que realicé durante años a las montañas de Oaxaca.

 

Afortunadamente, la tendencia se está desplazando hacia las ciudades, donde los señores mayores, tras seguir los indicios que se les van manifestando, han conseguido encontrar a personas verdaderamente valiosas que están potenciando la perpetuación de algunos linajes. No obstante, el mayor problema radica en que los nacidos en las grandes ciudades tenemos una tendencia arraigada a la racionalidad, el ego desbordado, la búsqueda del poder que domina y no del poder que sirve, y a la cobardía o el desequilibrio, por lo que son verdaderamente contados los que estamos dispuestos a "ponerle el cuerpo" (en este sentido es muy significativo y conmovedor el caso del nahual Elías y de otros guerreros de su linaje, como cuento en mi libro). Agrégale a todo lo dicho que las guías verdaderas son extremadamente escasas y tendrás una mejor aproximación al problema que los linajes han estado afrontando (de cualquier manera, la explicación detallada aparece en mi libro, por lo que aquí preferí limitarme a un breve recuento que acerque un porqué a las inquietudes que surjen en este respecto).

 

Con el deseo de que mis palabras hagan luz en los entendimientos:

 

Enrique Rojas.