Estimado Pantera Azul:

 

La época en la que estamos viviendo es de tal magnitud en su energía y en manifestaciones revelatorias que para entrar en el camino del conocimiento y seguir en él no es imprescindible contar con la guía de un nahual (de hecho, nunca ha sido imprescindible). Ahora que si de lo que se trata es de terminar ascendiendo con todo y cuerpo físico la cuestión cambia.

 

Esta es una diferencia muy importante, porque los libros de Castaneda han dejado en muchos el sabor de boca, o la impresión, de que si no se asciende con todo y zapatos la vida no vale tanto la pena de ser vivida. Debemos tener mucho cuidado con esto, porque simplemente para ascender con la totalidad de nuestro ser debemos desapegarnos de manera total, a la vez que manejamos la energía de manera magistral. Esto es así, puesto que la técnica que enciende el llamado "fuego interno" demanda una concentración tan impecable que sólo se puede conseguir tras un cierto número de iniciaciones, que no son más que ayudas recibidas a lo largo del camino para ir despertando al máximo todos y cada uno de nuestros canales energéticos. Pero, además, es imprescindible el empujón del nahual y de la totalidad del grupo (incluyendo el del grupo de guerreros que se queda en el mundo para continuar con el linaje), pues esto aumenta las posibilidades de éxito.

 

Verdaderamente que no tienen ni idea de lo difícil que es conjuntar tantos elementos a favor. Esta es la razón por la cual solamente ha habido seis grupos completos de guerreros que han podido dar el salto a la Luz. Los demás, o no lo consiguieron o lo consiguieron en cuartetas.

 

Ahora bien, si de lo que se trata es de darse cuenta de que la vida es tan vida cuando se entra en el camino del conocimiento guiado por sí mismo o por el Universo a pesar de que el cuerpo muera, y que igualmente cada quien se puede liberar de la rueda de las encarnaciones, y con ello alcanzar la verdadera libertad, pues entonces no hay ni siquiera motivo para andar por el mundo buscando nahuales para que le den sentido a nuestra vida. No, queridos amigos, en este como en otros muchos aspectos, las cosas no son necesariamente como los libros de Carlos Castaneda les han hecho creer. Esto lo sé yo de cierto, como de cierto lo sabe cualquier nahual o guerrero impecable de cualquier linaje de guerreros verdaderos (incluyendo las tres mujeres de Castaneda).

 

La época que estamos viviendo es tan radicalmente diferente a las posibilidades energéticas y de conciencia que existían hasta hace apenas cincuenta años, y no se diga durante los últimos quinientos años (ya que tal es el tiempo aproximado en que han existido los grupos de guerreros conformados en linajes) como no se lo pueden imaginar.

 

Dense cuenta ya, y de una vez por todas, de que la guía del nahual no es imprescindible para ser libres. Aprendan a vivir de la manera correcta, y abran su mente, corazón y voluntad a las guías que se requieren y que sin duda les van a ir llegando si son impecables. Apréndanlo para enfrentar la vida y, en su debido momento, permitir la muerte del cuerpo, que a final de cuentas no es necesario cuando se está en la luz.

 

Más aún: ¿sabían ustedes que cuando se asciende con el cuerpo físico se manifiesta una especie de apego desde la Luz? No se trata precisamente de una desventaja, pero lo cierto es que ha habido incontables seres humanos que murieron por última vez en el planeta Tierra y, sin embargo, están en perfecta libertad y en la Luz, navegando con su conciencia personalizada sin esa especie de apego a la que me refería frases atrás.

 

Ánimo para todos, que los caminos del conocimiento verdadero se están abriendo para cada uno de los seres humanos que, en esta encarnación, deseen despertar. Busquen en su interior. Compórtense impecablemente, y acepten cualquier ayuda verdadera que su corazón reconozca como tal. Vivan cada día tal y como va llegando, y mantengan encendida en su ser la llama del desapego. Yo les garantizo que, en la medida en la que sean buscadores verdaderos que se comprometen con su propia búsqueda, usando su voluntad sin fanatismos y sin emociones o pensamientos castrantes de por medio, en esa misma medida se convertirán en encontradores. Lo sé de cierto porque a mí me pasó.

 

El Espíritu, efectivamente, siempre nos va guiando, pero sólo a los que le permitimos guiarnos. A los que no... ¡pues no!

 

Con afecto y respeto:

 

Enrique Rojas.

Por cierto, ¿sabéis que las tres mujeres del grupo de Castaneda (Carol Tigs, Taisha Abelar y Florinda Donner) no partieron con el nagual Carlos y se quedaron para supervisar los seminarios de tensegridad? ¿partió el nagual Carlos en realidad?

 

(soy winzip)