Querida Sonia:

 

A nivel energético, el acto sexual es muy delicado, porque, efectivamente, el intercambio de energía que propicia causa apegos. Para los guerreros verdaderos, el acto sexual se utiliza, básicamente, para donar energía que refuerce las ligas entre ellos, y/o los ayude a salir adelante de algún apuro (como en el caso de algún encuentro desgastante con cualquier aliado) a la vez que fortalece al grupo. Por su parte, para las personas comunes -quienes en muchas ocasiones ni siquiera tienen idea de la fuerza del intercambio energético y de apego que están llevando a cabo-, la contaminación de energía es muy dañina (es como dejar que entre en tu casa un animal que antes estuvo jugando en el lodo y que tiene las patas sucias).

 

Efectivamente, el tiempo y trabajo que se requiere para librarse de las ligas energéticas que la pareja sexual ha dejado en nuestra conformación es muy largo, pero cuando es necesario, los guerreros del linaje de don Jorge lo acortan sustancialmente, utilizando ungüentos vaginales y otros recursos que ellos elaboran, pero que mantienen en secreto. Lo de los condones que usan las personas comunes, trata de evitar, además de la propagación de alguna infección, que los fluidos corporales (que son la parte material de la energía que se comparte) se nos queden en el cuerpo, pero de ninguna manera evitan la comunión que produce la unión de dos "huevos luminosos", especialmente si hay amor de por medio. Es en este último sentido que pudiera resultar de cierta utilidad la recapitulación: para cortar apegos energéticos que a final de cuentas no funcionaron.

 

Para las personas comunes, lo mejor es saber a qué le están tirando cada vez que llevan a cabo el acto sexual. Si les conviene, adelante, si no, pues mejor que opten por la abstinencia. Pero cuidado, que esto de la abstinencia no lo recomiendo por las razones que dio Castaneda (que hasta cierto punto, pero sólo hasta cierto punto, son válidas), sino porque es inconveniente asociarse emotivamente con una pareja a la que no se le ven posibilidades de estabilidad y permanencia.

 

Así pues, recuerden ustedes que no sólo debemos abordar el punto de vista del ahorro energético, dado que también está, y por supuesto, la buena relación emotiva que se está trabajando, y que vale la pena potenciar. En este sentido, cuando ya se tiene a una pareja estable, no hay nada mejor que compartir la energía con ella, toda vez que la unión hace la fuerza -no tienen idea de lo fuerte que se puede hacer una pareja que comparte su energía sexual solamente con el(la) otro(a) y, que además, la entrega amorosamente.

 

Entre otras razones, es por esto que, contrariamente a lo que Castaneda recomendaba (basado en su propia tendencia, por supuesto), los guerreros del linaje de don Jorge no le tienen miedo, ni le demuestran pudor, al sexo. Ellos me lo han dicho muchas veces: "nosotros no negamos nuestra parte sexual, porque somos seres humanos" (mi segundo libro, por cierto, abunda en lo relativo al sexo entre los guerreros del linaje de don Jorge). 

 

Hasta donde yo me doy cuenta, ellos nunca estarían de acuerdo en cualquier actitud que negara o castrara lo que somos en este mundo. Al contrario: parten de ello para llegar a la totalidad de su ser individualizado, sublimado por la experiencia energética del amor y por el respeto a sí mismos (en tanto parte autoconsciente del todo universal), y a sus hermanos del grupo. Quizá por ello, entre otras causas, es que su linaje sigue floreciendo.

 

Sincera y respetuosamente:

 

Enrique Rojas.