Querido Eduardo:
¡Vaya que si los brujos-sacerdotes-sabios han influido en el desarrollo de las sociedades en el mundo entero! Un ejemplo muy cercano lo tenemos en el caso de los Chichimecas, cuyos sacerdotes-sabios-guerreros, según me lo platicó el señor Cuauhtemoctzin, recibieron la encomienda de fundar un dominio en el lugar que los videntes señalaban por medio del águila que, devorando una serpiente, se protegía por las espinas de una penca de nopal.
Aquellos eran tiempos que exigían de una comunidad guerrera que dominara sobre todas las demás, a fin de recabar lo más que se pudiera del conocimiento que había descendido sobre mesoamérica, pero que ya estaba en vías de desaparecer, particularmente por el salto masivo hacia la luz que dieron los Mayas en Palenque, guiados por los sacerdotes-sabios-guerreros-brujos que heredaron el conocimiento de Pacal Votán (el mismo Cuauhtemoctzin, junto con Pacal Votan me reveló esto último durante uno de mis viajes de conocimiento e iniciación en Palenque).
A final de cuentas, se trataba de que los guías de la comunidad (brujos, sabios. guerreros y sacerdotes, todos ellos), manejaran la situación de manera prudente, aplicando precisamente los principios del acecho, con el fin de que el pópulo actuara de la manera correcta para imponerse sobre las demás comunidades hasta dominarlas. Era entonces cuando entraban en escena los guías, para recopilar todo el conocimiento que les era posible a modo de conservarlo y resguardarlo.
Con el paso del tiempo, y una vez instituido el gobierno Azteca, los brujos-guerreros-sabios-gobernantes vieron que allende el mar del este llegarían hombres barbados a sojuzgarlos e imponer sus creencias y particular visión del mundo. Fue entonces cuando la segunda parte de su misión, la que sólo ellos conocían, y no así el pueblo, vería la posibilidad de ser cumplida.
Reunidos en consejo de pueblos, decidieron que una etnía del estado de Hidalgo mudaría sus asientos hacia el noroeste de México, llevando consigo todo el conocimiento que les había sido concedido rescatar por medio del dominio de la fuerza. Otros iniciados, sabios, guerreros y guías, partieron rumbo a las montañas de Oaxaca, donde lo inaccesible de las sierras les permitirían constituirse en linajes de conocimiento, el mismo que les había sido concedido rescatar y resguardar, para que substistiera más allá de las invaciones ideológicas y las masacres, y llegara incólume hasta los albores del presente siglo-milenio, en el que podría volver a jugar el papel que jugó siglos antes, pues se trataba de darle a la Tierra la oportunidad que ellos le podían dar para que la luz volviera a reinar sobre la Tierra.
Tal fue el origen de los linajes, que ahora empiezan a vertir sobre estas tierras, y el mundo entero, el conocimiento, la sabiduría y el modo de vida que a buena parte de la raza humana nos puede acercar hacia la luz.
Pero también estaba visto que solamente sobrevivirían aquellos linajes que supieran adaptarse a las nuevas épocas energéticas que se presentarían a lo largo de los siglos. Los brujos, de entre esos linajes, que no pudieran desapegarse adecuadamente de la manera de actuar de otros tiempos, para adoptar la energía del amor del nuevo milenio, verían mermadas sus filas. De ahí que son los linajes de brujos-guerreros-sabios-guías que ya empezaron a guiarse de manera decidida por la energía de la nueva era, por la energía del amor a la humanidad, los que tendrán la posibilidad de cumplir con aquel plan maestro que se iniciara hace siglos, y que beneficiará a la humanidad entera.
Tu dirás, querido Eduardo, por medio de este ejemplo cercano (y hay muchos más, no tan cercanos), si los linajes de brujos-guerreros-sabios-guías habrán tenido influencia en el desarrollo de las sociedades antiguas...
¡Y eso que apenas estamos empezando!
Enrique Rojas.