Hola a todos:

 

Por recomendación del Águila, volví a entrar en la comunidad de todos ustedes. Les envío un abrazo fraternal y les comento que me interesó precisar algunas cuestiones que no me parecieron lo suficientemente claras en el correo enviado por el Águila, sobre la entrevista que tuvimos el sábado pasado. Comprendo las imprecisiones, pues no se utilizó grabadora alguna y sí, en cambio, algunas notas muy apresuradas. Espero que las aclaraciones que voy a ofrecer hagan luz en sus seres, como en su momento la hicieron en el mío.

 

En la entrevista se dice que el linaje de Castaneda no había dado a conocer ciertas cosas a la manera en la que el linaje del nahual don Jorge Elías las está dando a conocer por intermedio de mi persona. La aclaración viene en el sentido de que, hasta donde he llegado a saber, el linaje de Castaneda no conocía ciertos conocimientos muy particulares que se manifestaron y se siguen manifestando a través del linaje de don Jorge Elías. Pero eso es normal, pues se refiere a la manera en la que se desarrollan los linajes: es decir, que todo va de acuerdo a su línea de conocimientos muy particulares, independientemente de los muy generales que se van compartiendo de muy diversas maneras. Es por ello que no es propicio hablar de las motivaciones de otros linajes para hacer, o dejar de hacer, o de no hacer, ciertas cosas. Que cada linaje hable por sí mismo.Es por ello necesaria la vaguedad cuando alguien me pregunta cualquier cosa sobre Castaneda.

 

Cuando dije que Castaneda se había dejado desviar no estoy descubriendo ningún hilo negro. Basta recordar que él mismo escribió al respecto cuando se perdió en el nahual y la mujer nahual y los guerreros de don Juan tuvieron que sacarlo de allí.

 

Lo que dije sobre los ejercicios es que hay ejercicios que están hechos para guardar energía y otros que están hechos para expulsarla. La cuestión es que ciertos ejercicios se anuncian como para guardar energía, cuando la verdad es que la expulsan. Lo que dije es que, en tal caso, habría un manejo tendencioso de los mismos.

 

Me gustaría aclarar que en cada linaje existen ciertos movimientos y posturas muy específicos que sirven para muy distintos propósitos, toda vez que en el camino de los auténticos guerreros son muy necesarios para ciertos fines que tienen que ver con el desarrollo particular de los auténticos guerreros, de modo que no les debe sorprender que tales movimientos existan.

 

Yo nunca hable de la tercera o segunda atención. De lo que hablé fue del salto a la luz, porque la terminología del linaje del nahual don Jorge Elías no utiliza estos términos popularizados por Carlos Castaneda.

 

Lo importante es recapitular, sí. De modo que si lo quieren hacer utilizando el procedimiento de inhalar expeler de Carlos Castaneda yo no veo nada malo en este ejercicio en particular, puesto que se propone como un ejercicio que guarda, expele y reordena la energía. Adelante con él.

 

 

No es que no sea muy partidario de Castaneda. Lo que sucede es que no soy partidario de alguien en particular, pues me ha quedado claro que no se trata de tomar partido por alguien, llámese como se llame. A mi modo de conocer, se trata de ser libres con nuestras propias fuerzas. Eso en primera instancia. Ahora bien, si el camino con corazón, como lo llamaba Carlos, nos lleva a compartir con alguien o con otros el mismo camino, pues entonces se anda juntos y se hace todo lo que se pueda para potenciar las energías lo más posible.Y aún así, el partido que se toma es por el camino compartido, no solamente ni exclusivamente por las personas que lo guían o lo comparten.

 

Sobre el legado de Castaneda, mostré mi duda sobre la validez de las explicaciones post mortem, por interpósita persona o personas, nada más.

 

Cada quien puede creer y sentir lo que quiera sobre la impecabilidad o falta de ella de Carlos Castaneda. Están en su derecho y hacen bien en ejercerlo, que lo mismo hago yo.

 

Sobre el uso del término indiscriminado del término guerrero manifiesto mi inconformidad, pues mi experiencia personal de muchos años de tratar a las personas públicamente me ha mostrado que no cualquiera que se hace llamar así manifiesta las cualidades de los que yo llamo auténticos guerreros: los que conforman los linajes. Para los demás, lo que queda es hacer lo posible para actuar como tales, que en su debido momento, las pruebas de cada quien habrán de manifestar la verdadera condición de cada quien.

 

Para todos y cada uno de ustedes mis mejores deseos.

 

Enrique Rojas