Cuando era niño, sabía dar; desde que me he convertido
en civilizado he olvidado este don.
Seguía un modo de vida natural
mientras que hoy, es artificial.
Cualquier piedra bonita tenía un valor a mis
ojos;
cada árbol que crecía era digno
de respeto.
Ahora, me inclino junto con el hombre blanco
ante la pintura de un paisaje cuyo valor
se estima en dólares.
Ohiyesa, escritor indio contemporáneo
Sera verdad que el progreso tecnologico implica un retroceso espiritual?
Saludos,