Querido Albert:
Quisiera distinguir entre rebelión luciferina y cualquier conotación que remita a lo diabólico, ya que, para mí, son dos cuestiones distintas. La rebelión luciferina tiene que ver con el hecho de que Lucifer, en tanto su calidad como ser creado más elevado de la creación (sólo por debajo del Padre-Hijo-Espíritu), quiso crear una realidad por medios externos a la mente (aunque no necesariamente del ser) del Espíritu, recurriendo así una tekne que manifestara los medios para conseguir ciertos fines específicos, que no se vieran en la necesidad de seguir la línea de manifestación de la realidad trazada por el Padre-Madre-Todo lo que Es..
Lo especial del asunto es que cualquiera de nosotros puede aspirar a volver a ser solamente un ser de luz y a escalar los niveles y las dimensiones, pero si Lucifer quería aspirar a ser algo más de lo que ya era, sólo podía aspirar a ser lo que el creador es. Dado que esto no lo satisfacía, habida cuenta que significaba perder su personalidad individualizada, aspiró a crear por sí mismo, y por medio de la técnica, otra línea de manifestación de la realidad que satisfaciera su ego (y he aquí el origen del problema: el ego como identidad separada que demanda inconmensurable autosatisfacción).
Aún más especial es el hecho de que el creador lo permitió (y no podía ser de otra manera, si se dan cuenta).
Por supuesto que las consecuencias han sido tremendas, y dieron pie a la lucha que algunos identifican como la lucha entre el bien y el mal, pero que en el fondo es la eterna manifestación de una polaridad irremediable en su manifestación (más no así en su resolución) que ciertas almas saben comprender y otras ciertas almas no.
Desde este punto de vista, el hombre se ha convertido en el campo de batalla perfecto, puesto que está constituido por ambas tendencias y posee el libre albedrío que le permitiría resolverlas en una síntesis parecida a la que me referí cuando aludí a la vara de radiestecia (ver otra discusion sobre "no ceder poder a los objetos-NdR). Tal es, pues, la disyuntiva final: ¿Podrá el ser humano darle muestra a toda la creación de que ambas posibilidades permitidas por el padre (la de la técnica no luciferina y la del ser en sí mismo y para sí mismo) pueden sintetizarse para beneficio y desarrollo del Espíritu, sin menoscabo a aspecto alguno de la creación?
To be or not to be, that is the question...!
Respecto a lo de los filósofos que mencionas, te puedo decir que el uso desequilibrado y galopante de la razón ya es, de por sí, suficiente carga, como para todavía propinarle calificativos extremos de cualquier tipo, a no ser que se conciba a la razón per se (es decir, sin desequilibrios ni galopancias) como técnica luciferina en su origen (lo cual yo me permito poner en duda), que no diabólica.
¿Diablo, cuál diablo?
Enrique Rojas.