Ja ja ja, ahora que sí me hiciste reír un rato. Querido Sergio... ¿acaso estás quitándole un pelo al gato aquel del deja vu?
Lo que sí te puedo decir es que por nosotros mismos confirmamos que al nahual Castaneda le faltaba impecabilidad, y que verdaderamente se ataba a las cosas materiales. Aunque también debo decir que no ha sido el único nahual que conocimos que cojeara del mismo pie.
Como siempre digo: el orgullo mata nahuales...
Enrique Rojas.