Querido Orestes:
Respondiendo a lo de que has "notado por lo que nos has referido en tus distintos mensajes que antes de unirte al grupo del Nahual Alejandro Kowalski, habías iniciado en otras formas de conocimiento", y en lo relativo a tu pregunta: "¿de qué forma se complementan con lo que aprendiste con los brujos en el desierto de Wirikuta?", empiezo comentándote que, efectivamente, desde muchos años antes de entrar en contacto con el linaje de don Jorge Elías ya había estado estudiando muchas religiones, filosofías, doctrinas, arte y literaturas de Oriente y Medio Oriente (practicamente barrí con todo), así como de Occidente (para lo que me decidí a estudiar la licenciatura de Filosofía), por lo que para cuando se llegó el momento en el que quise saber más sobre los orígenes culturales de mi país natal (que fue precisamente cuando entré en contacto con los hombres y mujeres de conocimiento que dan el salto hacia la Luz), estaba más que puesto para conjugar todo lo aprendido, estudiado y practicado, con el reto de aspirar a ser guerrero.
Sucede que sí he encontrado muchas confirmaciones dentro del conocimiento del linaje para todo aquello que ya antes había llegado a asimilar por mí mismo, pero sucede también que el conocimiento de los guerreros de don Jorge va muchísimo más allá en determinadas cuestiones prácticas que tienen que ver con todo aquello que en el fondo somos (máxime ahora que don Jorge ya está en la Luz, como también don Panchito, y que ambos se comunican con nosotros para ayudarnos a entender y a ayudar). Lo mejor de todo es que poco a poco me han ido aclarando el sentido exacto de todo aquello que no terminaba y/o termina aún de encajar dentro del corpus de datos y experiencias que por mí mismo se me ocurrió acumular.
De cualquier manera, debo decir que ahí la voy llevando, porque no te creas que algo de esto ha sido fácil (con decirte que me pasé dos años en pleito interno para terminar de aceptar ciertas limitaciones que el destino me ha ido imponiendo. ¡Dos años que me los viví haciendo caras frente al espejo, ja ja!).
Hasta ahora, resulta que el encuentro ha sido muy satisfactorio para todos nosotros, pues curiosamente, y para mi sorpresa, ellos también han aprendido alguna que otra cosita de todo el entendimiento que pude acumular durante aquellos años largos y previos. Sin embargo, y con toda sinceridad, lo que a ambas partes nos está dejando más satisfacciones es el que conjuntamente, y mediando estas páginas, podamos compartir nuestras experiencias y entendimiento con todos ustedes.
Nerea y yo no sabemos hasta dónde llegará la cosa, porque el futuro se muestra abierto en posibilidades, pero lo que sí sabemos es que de no ser por esta oportunidad que el Espíritu nos puso en bandeja de plata, se habría requerido de un lapso y de un esfuerzo mayor para echar a andar ciertas ramificaciones del plan maestro del linaje que en el pasado más reciente han empezado a instrumentarse.
Gracias por preguntar:
Enrique Rojas.