Se podría decir que el vicio al tabaco no viene porque el fumador quiera fumar, si no porque su otro yo le prohíbe fumar. Obviamente sabemos que fumar es negativo para nuestra salud, de hecho muchos fumadores albergan un miedo visceral a morir de cancer de pulmón, y el seguir fumando alimenta un miedo en el cual el sujeto se siente comodísimo. De hecho todo vicio tiene una predisposición mórbida que lo alimenta. Seguramente, efrentado el problema de raiz, el tabaco se convertiría unicamente en una consequencia mas en que derivó la auténtica causa y es mas que probable que el mismo afectado fuera el primero en apartar el tabaco de su vida....y sin habérselo propuesto a priori necesariamente.
Creo que el fumador somete su voluntad a una serie de presiones impuestas desde el exterior y que no salen de su autentica capacidad de decisión, así como a una serie de comportamientos o formas miméticas que no se reducen exclusivamente al tabaco como vicio. El error es focalizar todo el problema en la costumbre de fumar. En la medida que el fumador empieza a querer abandonar esa costumbre (aunque al prinicpio sea sin éxito), en cierta medida está intentando coger por si mismo las riendas de sus actos a otros niveles, pero esto es una corriente tan inconsciente que es posible que para el solo exista "la voluntad de dejar de fumar" que es lo unico que (cree) quiere cambiar. La frsustración del intento en si puede radicar precisamente en no darse cuenta de que son otras cosas las que en realidad atormentan el inconsciente del afectado, y el negarlas hace que cada nuevo intento para dejarlo genere una mayor adicción.
La diferencia entre ser un robot o una persona no esta en que la persona haga actos que el robot no puede, si no en que los actos del robot están programados/clonados y los de un ser humano (en mi caso mutado y deforme por las radiaciones electromagnéticas del neon que escupe mi monitor por doquier) no son una consequencia de la imposición exterior, sea esta o no subterránea. Subterránea es la imposición de fumar sin ir mas lejos. Y subterraneas me parecen también las causas del vicio al tabaco, empezando por no reconocer la subterraneidad que condiciona todos esos actos y costumbres que creemos tan nuestros, pero que en realidad terminan siendo mas voluntad del otro que otra cosa.
Y mientras digo esto no me fumo un cigariillo porque suertudamente no tengo, que si no ya estaría en mi boca. (sic) Es lamentable pero efectivamente hoy en dia ser un mimo y tener identidad son cosas idénticas (valga la redundancia).
biip biiiip biiiiip...