NOTAS SOBRE EL ENSUEÑO (las frases entre comillas son citas textuales)

Cinco compuertas del ensueño publicadas por CC:

- prestar atención al dormirnos,

- despertar en otra realidad,

- buscar objetos ambientales,

- verse dormido a uno mismo

- hacer citas con otras entidades concientes.

La sexta es de naturaleza temporal, y la séptima espacial.

Pasar la quinta compuerta implica trasladar el doble en el momento en
que se ensueña (verificar horarios). Hay una diferencia de índole
temporal entre poder mover el doble energético a voluntad y poder
hacerlo en tiempo real. Los límites del tiempo sólo aplican a la
cotidianidad. El ensueño tiene un tiempo flexible, en que podemos
acelerar o revertir a voluntad.

"En el ensueño usas otras capas de la cebolla, atajos en la trama del
mundo que no están cerrados para tu atención, pero sí para tu
racionalidad. Un guerrero volador puede darse un chapuzón en el tiempo y
verificar los orígenes de su propia existencia."

"El cuerpo de ensueño está hecho de tiempo. Su deleite es atravesar los
pliegues del  pasado y el porvenir."

La piedra angular de la sintaxis científica es que podemos desplazarnos
por el espacio y regresar, pero no por el tiempo. Al penetrar en la
esencia de las emanaciones del Águila los brujos dieron un paso más
allá. Comparan el tiempo con los surcos de un campo arado en espirales.
Vieron que el centro del mundo no se encuentra en las cuatro dimensiones
perceptibles, sino en la quinta, que calificaron como el sentido de la
atención.

"Hay un atajo entre el antes y el después: el ensueño. La energía que
queman los brujos al desplazarse por ahí no es física, sino la energía
de la conciencia. No es la luz, sino el intento, el verdadero límite del
mundo. El intento es instantáneo."

Aprender a viajar en el tiempo como lo hacemos en el espacio, usando
como vehículo el doble y como avenida uno de los innumerables pliegues
de la cebolla. Educar al doble para que se ajuste a los límites
temporales de nuestra cotidianidad es el único modo de conseguir una
meta secundaria de los brujos: la materialización del cuerpo de ensueño.
Debido a su control sobre el tiempo, un brujo puede estar en dos lugares
a la vez.

"Sacar el doble de ensueños es un logro supremo, una revolución. No
basta para ello con tener una gran fuerza de voluntad; hay que
intentarlo."

El doble se enlaza con el cuerpo físico por la zona del corazón.

"Cuando puedes trasladar tu atención a ese doble a voluntad, has
atravesado el sexto umbral. Eso significa que tu ensueño ya no depende
del dormir. Un ensoñador aprende a trasladar su cuerpo de luz por el
infinito en un abrir y cerrar de ojos. Tal es la séptima compuerta, la
experiencia final. Si la abre, el guerrero ha llegado a la libertad."

El vuelo cósmico es de dos tipos: a través del tiempo y a través del
espacio. Podemos combinarlos para viajar a tiempos que no tienen que ver
con nuestra duración, porque pertenecen a otros surcos de la rueda. Se
necesita masa energética para hacerlo. Es peligroso, porque en la medida
en que un mayor número de ensoñadores se conecta para volar, están más
cerca de quedarse en la inmensidad.

Los números claves del hombre son 8, 17 y 48. Al ensueño de 8 le llaman
"masa mínima" y al de 48 "masa total", pero este último sólo era
acometido por los antiguos. Habló de los "desafiantes del tiempo", una
banda de brujos maleantes que merodea por nuestro universo creando
religiones y civilizaciones. Dijo que el número de ensueño de las
hormigas es 52.

"La evolución es la adaptación de los organismos para el movimiento. No
es la reproducción o la supervivencia lo que da sentido a las
incontables líneas evolutivas del Universo, sino el flujo de la
conciencia. La esencia de la vida es percibir, y el objetivo final de
todo lo que alienta es el engrandecimiento de nuestras fronteras
perceptuales."

Objetivo de la séptima compuerta: el viaje entre planetas. En esta etapa
los ensoñadores no sólo pueden materializar sus dobles, sino también
mundos completos en la energía del Universo.

"En otras épocas, naguales como yo consiguieron pasar ciudades completas
al otro mundo y allá están hasta el día de hoy."

Afirmó que en el desierto de San Luis existe uno de esos centros
construido enteramente en la segunda atención. En Teotihuacan hay otro,
donde vivió el nagual Atl (según Martinelli no se llamaba Atl, sino
Aztlán). En una ocasión, trescientos mil de sus discípulos abrieron la
séptima compuerta y entraron juntos al ensueño.

Ante una pregunta de una española que estaba insistiendo en detalles
técnicos, explicó:

"Las siete etapas del ensueño son pertinentes al hombre. Las mujeres no
necesitan nada de eso; ellas pueden entrar directamente al otro mundo
porque poseen un órgano especial! izado para ello: su matriz."