Saludos Guerreros:
Esta experiencia la tuve en marzo pasado y había olvidado contársela a ustedes. Si es sueño lúcido o ensueño no lo se. Pero para mi fue una experiencia muy interesante. Me gustaría conocer sus opiniones. Mi propia opinión al respecto es que debí haberle prestado atención a determinadas cosas que aparecieron en el sueño como por ejemplo el hombre de la calle empedrada que me estaba hablando. Bueno aquí les vá.
Torbellino Buscando el Pasado II
~8:00 A.M. del 28/03/03
Me encontraba en el interior de una casa. Era una casa de puntal elevado. Estaba en una habitación. De pronto veo a alguien buscándome que se encontraba en otra habitación. Es alguien que no conozco. Veo que esa persona, que era calvo, está armada con un cuchillo. Tomo conciencia de que estoy en un sueño (quizás sugerido por lo raro de la situación). Decido ir a su encuentro y nos encontramos en una habitación que estaba situada entres las que estábamos nosotros. Lo primero que hago es mirarme a las manos para fijar el punto de encaje. Después pongo las manos hacia delante e intento empujar a esa persona estando lejos de él, o sea como si tuviese el poder de mover objetos (telequinecia). Logro hacerlo sin dificultad, pero al instante me doy cuenta de que no es necesario tener las manos hacia delante. Así que con solo pensarlo levanto del suelo a ese personaje que lo único que hacia era reírse. Yo no le doy importancia a sus acciones pues en este sueño a diferencia de otros anteriores logré independencia respecto a los personajes del sueño. O sea que no me dejaba llevar por las acciones de los otros. No obstante decidí seguirle el juego al personaje del sueño para probar diferentes cosas.
Elevándolo del piso lo pegue a una pared de la habitación, exactamente contra un cuadro de la misma. El siguió riendo y entonces le di vuelta. Sin ninguna dificultad lo puse con los pies hacia arriba. Después me dirigí hacia otra habitación, caminé de espaldas para mantener el control sobre el personaje a quién hice moverse en el aire para traerlo también a la habitación a la que me dirigí. El personaje era todo una cotorra, o sea que hablaba sin parar. Me miré nuevamente a las manos y al volver a mirar al personaje este ya había dejado la posición de murciélago y estaba en posición normal, pero aun flotando en el aire. Me elevé entonces del piso y me puse a su misma altura. El incluso me sugirió una nueva práctica y me dijo que probara a separarle la cabeza del cuerpo. Valoré la idea por un instante pero no me agrado, entonces decidí desaparecerlo. Con un poco de esfuerzo logré hacerlo, viendo como su cuerpo se desvanecía poco a poco. Comienzo a volar entonces por la habitación. Este fue el momento de mayor lucidez que he alcanzado en un sueño. La habitación era maravillosa. Estaba toda adornada con obras de arte, todo muy antiguo, pinturas hermosas, pequeñas esculturas, objetos raros. Me impactó mucho todo lo que vi y me lleno de alegría. Al mirarme a las manos me veía incluso los brazos completos y me maravillaba la lucidez. Me acerque a un pequeño frasco con un polvo, lo examiné y probé una pizca pensando que era polvo de café. Resulto que era un sabor que nunca antes había sentido.
De pronto escuche nuevamente la voz del personaje hablantín, Me volteo y veo su rostro hablándome desde un espejo. Se veía más viejo y ya no era calvo, ahora tenía el pelo largo y canoso. No obstante seguía hablando mucho. Decido entonces salir de la habitación. Salgo volando y paso por una nueva habitación hasta salir a la calle. Era de noche aunque más bien parecía estar cayendo la noche pues había cierta claridad que me permitía percibir todo a mi alrededor. Estaba en una calle empedrada, y frente a mi había una iglesia. Desciendo hasta poner los pies en el suelo. Decido entonces realizar el experimento del viaje en el tiempo que ya había intentado en una experiencia anterior. Mi idea es ver nuevamente algún pasaje de mi vida para comprobar si en los sueños se pueden realizar las regresiones temporales que se realizan en la hipnosis y autohipnosis.
En la calle había una persona sentada al final de la calle (era una calle cerrada). Esa persona me dice algo pero yo no le presté importancia. Extiendo entonces los brazos y comienzo a hacer el torbellino. Logro hacerlo pero no logré alcanzar la misma velocidad de giro que en el viaje a Egipto por ejemplo (de un sueño anterior). Cuando me detengo lo que veo es un mundo como si fuese de animados pero en blanco y negro. Extiendo nuevamente los brazos y continuo haciendo el torbellino. Mi objetivo es regresar 12 años en el pasado a una mañana de domingo en la que me despedí de una muchacha. Era en un lugar de acampada, junto a un río, recuerdo el lugar e intentaba hacerlo aparecer a mi alrededor en el momento de detener el torbellino. Esta vez logré más velocidad. Me detuve y el lugar era semejante al campismo (Río La Mula, Santiago de Cuba).
Comienzo a caminar sobre un camino pedregoso, bajo la sombra de muchos árboles que servían como techo a la luz del Sol. El lugar me recordaba mucho el interior del campismo. Por mi lado pasaron varias personas a caballo y más adelante me cruzo con otros que venían en trusa como si viniesen del río. Sigo caminando y a mi derecha veo una construcción cercada con cerca perle. Dicha construcción no se encontraba en aquella época y quizás era producto de mi imaginación. Comienzo entonces a correr y buscaba con la vista a la muchacha, grité su nombre esperando que estuviese allí. Recordé entonces la respuesta que me dio Naught del “The Lucidity Institute” como respuesta a un correo donde me dijo que ellos no habían estudiado las regresiones en los sueños. Me desanimó un pòco pensar que no fuesen posibles de realizar.
Calculé entonces que hacía 12 años que no la veía y dije en voz alta: “Donde estás que hace 12 años que no te veo”. De pronto a mi alrededor habían varias personas. Erán todos viejos. Escuche decir a una mujer: “Pobrecito, como es que nadie a enseñado a este muchacho? Cómo va a lograr así lo que quiere?”
Se que erán más de tres personas pero solo recuerdo a esa mujer y a un anciano. Este estaba bastante sucio y tenía un aspecto desagradable. La mujer le dijo: “Muéstrale”. El me enseño un libro muy viejo. Ellos hablaban como si ese libro contiviese un gran saber. La portada estaba escrita en una lengua que no conozco. Estaba además ilustrada pero no resuerdo cual era la ilustración. Comenzó el a abrir el libro pero algo sucedió que comencé a despertar. Creo que debí de fijar el punto de encaje en esa nueva posición pero realmente lo había olvidado.
Bueno amigos aqui terminó la experiencia. Me gustaría saber sus opiniones ensoñadores y guerreros en general.
Un abrazo a todos
El Soñador