Una Página en blanco

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hace poco tuve un sueño en el que mis manos estaban llenas de letras azules, diseminadas caóticamente y yo me las miraba, abrumado, pues entre el desorden de tanta letra no era capaz de entender nada.... luego, más tarde, otro día, recordé aquellos otros Ensueños de Carlos,

Ensueños de texto...

si, a veces, tanta palabra, las cien mil millones de combinaciones posibles de todas las palabras, de todos los textos, son solo la hueca mirada de una importancia personal, un autoreflejo, una vana pretensión de hilar un significado, un significado que solo puede estar oculto... por que es indescifrable, por que está más allá de las conceptualizaciones...

y ahora, sin embargo, tengo otra percepción..

los huecos, los vacios entre las palabras, los silencios...

Llega el momento de leer silencios.

Para leer silencios hay que esperar las palabras y leer, los huecos que se forman entre ellas.

De nada nos vale un silencio constante ni una palabra constante. Todo es un ritmo.

Tengo una amiga que no soporta el ensordecedor ruido que nos apelotona en esta atención.

Es un ruido de fondo, constante, en el que no cabe el silencio. Sin embargo, ¡que bien se nota cuando una poesia, una musica, una palabra, está dicha desde el silencio!,

Son las palabras seguidas las que no tienen silencio, las que nacen del volador. Son palabras que Intentan acabar con nosotros, nos secuestran la atención, nos la roban.

¿por qué nos la roban?... por que nos quitan la libertad, no nos dejan posibilidad de respuesta, no nos dejan opción, de escucharlas o no.

La libertad  de un individuo consiste es decidir, todo lo que percibe, y percibirlo porque quiere. En el momento que percibimos aunque no queramos, ahí, no hay libertad. Y el ruido de este mundo no respeta.

(Y es curioso, por que yo, en el campo, a pesar de los ruidos de la naturaleza, en cuanto estoy ahí, tengo  silencio, tengo atención, conmigo)