LOS NAGUALES DE TRES PUNTAS
"La regla es final, pero su diseño y conformación están en constante evolución. Sólo que, a diferencia de lo que opinan los evolucionistas, quienes ven en las adaptaciones de la vida la acumulación de mutaciones genéticas al azar, los videntes saben que no hay casualidad en la regla. Ellos ven cómo un comando del águila, en forma de una onda de energía, sacude de cuando en cuando a los linajes de poder, produciendo nuevas etapas en la brujería.
"Un modo más exacto de referirlo, es suponiendo que todas las variantes posibles de la regla están contenidas en una matriz previa, y lo que va cambiando con el tiempo es el grado de conocimiento que tienen los brujos de esa totalidad y el énfasis que hacen sobre ciertas porciones. Tales períodos de cambio son cíclicos y están representados por el número tres."
"¿Por qué tres?"
"Porque los antiguos toltecas asociaban al tres con el dinamismo y la renovación. Ellos descubrieron que las formaciones ternarias anuncian cambios inesperados.
"La regla ha dispuesto que, de cuando en cuando, aparezca en los linajes un tipo especial de naguales cuya energía no es cuatripartita, sino que tiene únicamente tres compartimientos. Los videntes les llaman ‘naguales de tres puntas’."
Le pregunté en qué se diferenciaban estos de los otros.
Me respondió:
"Su energía es volátil, siempre están en movimiento, por eso les cuesta trabajo acumular poder. Desde el punto de vista del linaje, su composición es defectuosa, no llegan a ser verdaderos naguales. En compensación, carecen de la timidez y la reserva que caracterizan a los naguales clásicos, y poseen una capacidad inusitada para improvisar y comunicarse.
"Se puede decir que los naguales de tres puntas son como el pájaro cuco, que es incubado en el nido ajeno. Son oportunistas, pero necesarios. A diferencia de los naguales de cuatro puntas, cuya libertad es pasar inadvertidos, los de tres puntas son personalidades públicas. Divulgan los secretos y propician la fragmentación de las enseñanzas, pero sin ellos los linajes de poder se habrían extinguido hace mucho tiempo.
"Entre los nuevos videntes, la regla es que un nagual deje como descendencia una nueva partida. Algunos, por sus enormes excedentes energéticos, son capaces de ayudar a organizar una segunda o tercera generación de videntes. Por ejemplo, el nagual Elías Ulloa vivió lo suficiente como para crear la partida de su sucesor e influir sobre la siguiente. Pero ello no significó que el linaje se bifurcase; todos esos grupos formaron parte de la misma línea de transmisión.
"En cambio, el nagual de tres puntas está facultado para transmitir sus conocimientos en forma radial, lo cual conlleva a la diversificación de los linajes. Su huevo luminoso ejerce un efecto de disgregación sobre el grupo que rompe la estructura lineal de transmisión y fomenta en los guerreros un deseo de cambio y acción, y una disposición activa a involucrarse con sus semejantes."
"¿Eso fue lo que pasó contigo?"
"Así es. Debido a mi disposición luminosa, yo no tengo reparos en dejar focos de conocimiento donde quiera que vaya. Sé que necesito de una enorme cantidad de energía para cumplir con mi tarea, y que sólo puedo obtenerla de la masividad. Por eso estoy dispuesto a difundir el conocimiento y a transformar y redefinir los paradigmas."
LA PORCIÓN DE LA REGLA DEL NAGUAL DE TRES PUNTAS
"Como sabes, mi maestro entró en contacto con la regla para el nagual de tres puntas cuando trató de analizar ciertas anomalías dentro del nuevo grupo. Aparentemente, yo no sintonizaba con el resto de los aprendices. Entonces él me dedicó suficiente atención como para ver que yo enmascaraba mi configuración energética."
"¿Quieres decir que el ver de don Juan estaba equivocado?"
"¡Por supuesto que no! Lo que se confundió fue su mirar. Ver es la forma final de la percepción; allí no hay apariencias, así que no es posible engañarse. Sin embargo, debido a la presión que él ejerció sobre mí durante años, mi energía luchó por amoldarse a la suya. Eso es común entre los aprendices. Como él estaba dividido en cuatro compartimientos, yo también comencé a manifestar en mis acciones una carga energética similar.
"Cuando logré despegarme lo suficiente de su influencia (cosa que me tomó casi diez años de trabajo arduo), ambos descubrimos algo asombroso: mi luminosidad sólo tenía tres compartimientos; no correspondía a una persona común y corriente, que sólo tiene dos, pero tampoco a la de un nagual. Este descubrimiento creó una gran conmoción en el grupo de videntes, ya que todos presagiaron un cambio profundo para el linaje.
"Entonces don Juan recurrió a la tradición de sus antecesores y desempolvó un aspecto olvidado de la regla. Me dijo que la elección de un nagual de ningún modo puede considerarse como un capricho personal, ya que en todas las épocas es el espíritu el que escoge al sucesor de un linaje. Por lo tanto, mi anomalía energética era parte de un comando. Ante mis apremiantes preguntas, me aseguró que, a su debido tiempo, un mensajero me explicaría la función de mi presencia como nagual de tres puntas.
"Años más tarde, en una ocasión en que visitaba una de las salas del Museo Nacional de Antropología e Historia, observé a un indígena vestido a la usanza tarahumara que parecía tener el mayor interés por una de las piezas que allí se exhibían. Dándole vueltas, la examinaba por todos lados y demostraba una concentración tan absoluta, que mi curiosidad se despertó y me acerqué a mirar.
"Al divisarme, el hombre me dirigió la palabra y comenzó a explicarme el significado de un conjunto de dibujos esmeradamente esculpidos sobre la piedra. Después, mientras meditaba sobre lo que me había dicho, recordé la promesa de don Juan y me di cuenta de que aquel hombre había sido enviado por el espíritu para transmitirme la porción de la regla del nagual de tres puntas."
"¿Y qué es lo que dice esa porción?"
"Afirma que, así como la partida tiene una matriz energética de número diecisiete (dos naguales, cuatro ensoñadoras, cuatro acechadoras, cuatro guerreros y tres correos), el linaje formado por una sucesión de partidas también tiene una estructura de poder, de número cincuenta y dos. El águila ordenó que cada cincuenta y dos generaciones de naguales de cuatro puntas aparezca un nagual de tres puntas que sirva de acción catártica para la propagación de nuevos linajes cuatripartita.
"También dice la regla que los naguales de tres puntas son destructores del orden establecido, pues su naturaleza no es creadora ni proveedora, y tienen la tendencia de esclavizar a todos los que les rodean. Añade que, de lograr la libertad, estos naguales deben de hacerlo solos, porque su energía no está entonada para guiar a grupos de guerreros.
"Como todo en el ámbito de la energía, el bloque de cincuenta y dos generaciones se divide en dos partes; las primeras veintiséis son de expansión y creación de nuevas líneas, las restantes están orientadas hacia la conservación y el aislamiento. Ese patrón de comportamiento se ha venido repitiendo milenio tras milenio, así que los brujos saben que es parte de la regla.
"Como resultado de las actividades de un nagual de tres puntas, el conocimiento se masifica y se forman nuevas células de naguales de cuatro puntas. A partir de ahí, los linajes retoman la tradición de transmitir la enseñanza en forma lineal."
"¿Cada cuánto tiempo aparecen los naguales de tres puntas?"
"Aproximadamente una vez por milenio. Esa es la edad del linaje al que yo pertenezco."
LA TAREA DE LOS VIDENTES ACTUALES
"Al verificar la regla del nagual de tres puntas, don Juan dedujo que inevitablemente se acercaba el tiempo de una nueva casta de guerreros, a los que yo he llamado los videntes modernos."
"¿Hay alguna peculiaridad en la composición luminosa de esos guerreros?"
"No. En todas las épocas el patrón energético del hombre ha sido muy homogéneo, así que la organización de la partida es la misma. Sin embargo, los guerreros actuales están experimentando en su luminosidad un corrimiento hacia el verde, lo cual significa que están recuperando características propias de los antiguos videntes. Esto es algo imprevisto, aunque de seguro está contemplado en la regla.
"La verdadera diferencia entre los videntes del pasado y los de ahora es de comportamiento. Actualmente no estamos sometidos a las mismas represiones de épocas anteriores y, por lo tanto, los brujos tienen menos restricciones. Esto claramente tiene una finalidad: la divulgación de la enseñanza.
"A mí me ha tocado vivir en un momento de renovación. Mi cometido es cerrar con llave de oro la línea del nagual Juan Matus y abrir posibilidades a quienes vengan después. Por eso he dicho que soy el último nagual de mi linaje, no en un sentido absoluto, sino en un sentido de cambio radical."
En este punto, Carlos hizo un corte en su exposición y me recordó una plática que habíamos sostenido al principio de conocernos.
En aquel entonces yo le pedí que me contara historias de poder. Él me respondió que no podía negarse a mi solicitud, pero que entregarme esas historias sin antes encaminarme, habría sido trivializarlas.
"Espero que lo que has visto durante estos años colme tus expectativas. Hice lo que pude, teniendo en cuenta tus limitaciones y las mías. Sé que ya has comenzado a educar a tu doble de ensueños y eso garantiza que puedes seguir por ti mismo; tu doble no te dejará en paz hasta que llegues a tu totalidad. La parte teórica ha terminado y es tiempo de hacerte un último regalo."
El tono entre familiar y solemne con que Carlos me dijo estas palabras hizo que concentrase toda mi atención.
"La enseñanza final dice que la relación que contrae con el intento toda persona que se acerca al nagual ocupa su lugar, cualquiera que este sea, dentro del contexto total de la regla. Así que no estás solo, los brujos esperan algo de ti."
"¿Qué cosa?" – le pregunté, un poco desconcertado.
Me explicó:
"Todo guerrero tiene una tarea. La tuya es que cumplas con lo que te encargó el espíritu; ése es tu camino al poder."
"¿Y cuál es esa tarea?"
"Bueno, tu misión personal es algo que tu benefactor te comunicará algún día. Sin embargo, al entregarte la regla del nagual de tres puntas, yo estoy siguiendo una estrategia a largo plazo elaborada por don Juan y eso te compromete con el intento de mi maestro.
"Lo que se espera de ti es que digas a quienes te rodean: ‘¡Ustedes son libres, pueden volar por cuenta propia! Ya tienen la información necesaria, ¿qué más esperan? Actúen impecablemente y verán cómo la energía encuentra un modo de encauzarse’.
"Avisa a todos que, a partir de la culminación del linaje de don Juan, el conocimiento ha quedado abierto. Cada guerrero es responsable por sí mismo y puede proveerse de la oportunidad mínima, que es organizar su propia partida."