|
|
 |
|
Reply
| | | From: EL AGUILA (Original Message) | Sent: 11/22/2003 7:03 PM |
| De: win (Mensaje original) | Enviado: 31/07/2003 18:21 | | Hola Enrique, No sé por qué pero el tema de los niños Índigo o Azules que comenta el "hermano carnal" Hongo Cósmico me ha llamado mucho la atención. ¿Puedes decirnos algo sobre el tema? saludos |  | Respuesta
| | | De: enrique | Enviado: 04/08/2003 22:43 | | Querido Sergio: Como veo que ya referiste a la comunidad a una serie de fuentes en internet, me limitaré a comentar que el tema de los niños índigo, y en particular el de los niños cristal, da muestra clara de la manera en la que los tiempos se están abriendo para que las esferas de alta conciencia desciendan a esta Tierra, a modo que se cumpla el plan universal de los seres de luz que han sido inspirados y/o instruidos por el Padre. Termino diciendo que Nerea misma es prueba viviente de los grandes dones que el Espíritu ha empezado a vertir sobre nuestro planeta, habida cuenta que se trata de una "vida nueva". Lo que esto quiere decir es que nunca antes fue creada como personalidad individualizada (nunca existió separada del padre), sino hasta que los guerreros de los linajes que había a finales del siglo XIX le pidieron el favor al Padre para que sus conocimientos y tradiciones no se perdieran, pues veían que cada vez había menos interés en el camino del guerrero, a la manera en la que solía llevarse en aquel entonces. El Padre respondió, permitiendo que viniera al mundo una vida nueva (algo que nadie esperaba o sospechaba siquiera), con todos los dones que trae el que el Padre se proyecte en un alma nueva, la cual es creada ex profeso para que encarne directamente en la Tierra (hasta donde yo sé, esto nunca había pasado antes en la historia de este planeta, pues se trata de un auto-otorgamiento del Padre mismo, a petición expresa de un grupo de seres humanos y con un fin particular muy específico). Ya pueden empezar a deducir y a especular en todo lo que esto significa. Saludos a todos: Enrique Rojas. | | |
|
 First
Previous
2-6 of 6
Next
Last
|
|
Reply
| |
| Da: enrique | Inviato: 24/10/2003 22.10 | Queridísimos hermanos: Más que nunca estoy conmovido por la enorme muestra de amor y compromiso que nos acaban de dar al transcribir y poner a disposición de todos aquellos que estén interesados, el primero de mis libros que se ha publicado. Gracias, particularmente, a quienes prestaron su ejemplar y a quienes se tomaron el inmenso trabajo de transcribir las palabras que tantísimo trabajo me costó redactar, y que tanta sangre, sudor y lágrimas me sacaron. De hecho, estoy tan conmovido que, como muestra de la medida de nuestro agradecimiento, el de Nerea y el mío, a continuación les adelanto la primera página del volumen dos (que todavía está buscando editor, habida cuenta que la companía editorial Random House Mondadori dictaminó que no le interesaba darlo a conocer, ni reimprimir la primera parte). Con el amor de siempre: Enrique y Nerea. er en el Espíritu es conjugar la nada y el todo; brillar intensamente en la luz de la conciencia, abrazado por sentimientos extáticos que fluyen y refluyen; existir en una esencia más allá del tiempo y el espacio que se percibe a sí misma. Es el Espíritu quien deviene cuando se proyecta por voluntad para que sus criaturas asumamos la forma de una chispita que teme apagarse en un grito: un lucerito en un mar de estrellas. Desprenderse del Espíritu es acatar un llamado lejano que nos mueve a encarnar. Es caer en el vacío de la angustia, ocurrir entre rítmicas polaridades que luchan por robar tu luz, que te absorben y moldean sin opción, pero sin opacar tu deseo de existir; de seguir brillando a pesar de tu tamaño —inconmensurablemente pequeño, como largo y oscuro aparece el hueco que se abre a tus pies. Y tan larga es la garganta que te traga, que al caer te descubres parte de un todo; conjetura definida por la voluntad primigenia; duda angustiada que reclama compañía; respuesta liberada a sus propios recursos; vértigo que pondera; personalidad que anhela reintegrarse. Para bien o para mal, todo cambia al llegar a tu cuna, pues millares de lucecitas distraen tu atención. Tan grácil es su vuelo y cercana su trayectoria, que por un momento te olvidas de lo que has perdido. No es sino hasta que la semilla de la cual surgirá tu cuerpo tiene oportunidad de arraigar en la porosidad de una membrana que las luces se retiran, entre sonidos que anuncian la secreción de un mar que envuelve y alimenta; que calma y protege... que mece y sosiega. El tiempo pasa y la oscuridad llega, pero sigues siendo luz. Tú lo sabes, pues exhalas chispas que iluminan tu nicho para reproducir el ambiente del que te has desprendido. De pronto, cuando menos lo esperas, las paredes de la bolsa se achican y el líquido en el que flotas se altera. Instintivamente, tratas de protegerte, porque quieres seguir estando bien, pero nada puedes hacer para evitar el ardor que te quema, si acaso seguir siendo tú. Por eso te mueves; por eso te agitas; por eso llamas la atención sobre ti. Al cabo, la tranquilidad regresa, trayendo de la mano un temor que se te pega a la piel. Los cambios que sufres son tan veloces que, casi sin darte cuenta, te has convertido en un ser que aprende a acomodarse. El meneo que provocas es violento y en ocasiones llega a dañarte. A mí me pasó, cuando algo lazó mi pie y se enredó en mi cuello. La angustia que sentí fue muy grande, pues sentí que mi luz se podía apagar; que ya no estaría en mí. Sufrí mucho por las que tuve que pasar: ¡y es que ese brillo era el último indicio que me quedaba de que una vez había sido inconmensurablemente blanca! Para quitarme de encima esta cosa que me estaba ahogando patalee, pero mientras más me agitaba más quemaba el líquido en el que flotaba. A final de cuentas, no sabía si ese iba a ser realmente el fin, ni si mi luz se estaba apagando. Afortunadamente, una voz vino a mi rescate. «No temas —me dijo—, que eso no va a pasar: ¡tu luz brillará siempre!». Era una voz caliente que me ordenaba quedarme quieta para que hiciera algo por vez primera. «Tu cerebro ya funciona, y a esto se le llama pensar. ¡Hazlo!» Recuerdo haber sentido un peso muy grande en el estómago y que esta voz entraba en mí. No sé cómo, pero sentí como si a mi madre le hubieran puesto algo así como un tubo o corneta a través de la cual la voz ordenaba que me estuviese quieta, lo más quieta que pudiera. «Así —decía—, quédate así». Esto fue maravilloso, pues sentí como si alguien me abrazara para decirme algo dulce que infundiera confianza... aunque después se callara. «Ya está —sentenció, al cabo de un lapso inconmensurable—. Ya te vas a mover». La alegría que sentí al escuchar de nuevo esta voz fue tan grande, que de un vuelco me desenredé... y empecé a tomar conciencia de mi situación. «¿Qué hago aquí?», me repetía una y otra vez. Pero mientras más me cuestionaba, más me guiaban esas palabras. Yo movía mi centro, tratando de alcanzarlas, para pedir que me acompañara y me dijera qué soy... por qué estaba aquí. «Porque así tiene que ser esta vez —respondió—. Tú puedes ser lo que quieras, así que sencillamente sé». (Derechos reservados conforme a derechos de autor). | |
|
Reply
| |
| De: El Aguila (Mensaje original) | Enviado: 30/09/2003 12:02 | | HAY QUE ESPLICARLES A QUIENES NO LO SABEN QUE "CORAZÓN DE DIOSA", EN UN PRINCIPIO SE HABÍA PUESTO EL NICK DE "NEREA", Y QUE, LUEGO DE HABERSELO CAMBIADO (ELLA SOLA) POR RESPETO A LA "VERDADERA" NEREA, HABÍA MANDADO UN MENSAJE A ENRIQUE, PERO A ELLA DIRIGIDO, EN DONDE LE PREGUNTABA EL ORIGEN DE SU NOMBRE. TODO ESTO PASÓ EN LA COMUNIDAD ANTERIOR (VIAJE A IXTLAN, ver en Vinculos); LA RESPUESTA DE LA "VERDADERA" NEREA LLEGÓ (¡POR ASOMBRO Y AGRADO DE TODOS!) AQUI, EN LA "NUEVA COMUNIDAD" QUE FORMAMOS. GRACIAS "NEREA" - EL AGUILA - | De: enrique (Mensaje original) | Enviado: 25/07/2003 21:46 | Querida ex Nerea dos: Mi ser se conmueve al recibir tus amabilísimas palabras, y aunque tarde, te contesto con toda la alegría que es capaz de albergar mi corazón. La historia de mi nombre es tan sencilla como yo: Empecé a escuchar a alguien que me llamaba con un nombre diferente al mío, que era Linda, absurdo a cual más, ya que, como me decía mi querida nana oaxaqueña: “Escucha bien, que nadie te diga que eres linda, mi niña, porque no es cierto. Tú eres tú, y ese es tu valor y que ningún hombre te venga con esa mentira, porque tú estás más por encima de todo lo que la mayoría de los hombres ve: lo de afuera, sin fijarse realmente en lo que vale: la sinceridad de un corazón puro, la mirada limpia y el hablar que deja salir la pureza de tu esencia, de lo que realmente eres. Y espera, no dudes, que pronto llegará a ti lo que necesitas”. Luego de oír esa voz, que me llamaba diferente, pues simplemente me renombré Nerea, pero en verdad me querían llamar Nierika (ventana al cosmos, en dialecto huichol). Pero caray, si alguien me hubiera dicho: "oye, Linda" (¡de dónde!), pues simplemente me hubiera descalzado y le hubiera enseñado la punta de mis dedos del pie, que realmente se ve linda, ya que están bien cuadraditos por las interminables clases de danza que tomé. En cuanto a que nadie se dirige a mí, creo que se debe a que no ha sido publicado todavía el segundo libro de Enrique en el cual hablo de mí, de mi historia y sin tapar nada... todo claro, todo expuesto, la desnudez de mi ser que tal vez les deje ver que mi historia personal no existe ya, que no la cargo (si acaso sólo sonrío al recordar algún momento de ella y la dejo pasar así, simplemente). Por último, yo creo que la ensoñación completa ya venía conmigo, sólo que estuvo dormida unos cuantos años, pero despertó cuando Henri (así le digo cariñosamente a Enrique) me decía que tenía que hacer esto o aquello, y como a mí no me programaron para tener obstáculos, pues simplemente lo hacía. Ahora en cualquier momento la puedo llevar a cabo. Gracias a ti por contactar conmigo. Mil abrazos: Nerea Elías Bielak | | |
|
Reply
| |
AH! SE ME OLVIDABA PONÈRLES EL "MENSAJE ORIGINÀL" QUE LA GUERRERA "Corazòn-de-DIOSA-1" LE DEDICÒ A NUÈSTRA NEREA (LO PUÈDEN ENCONTRÀR EN LA OTRA COMUNIDA, BAJO EL NOMBRE: "PARA NEREA!!!") - EL AGUILA.  NEREAAA!! HOLAAA!!    SALUDOS AL SR, DIOS DE VUESTRO SER!! PENSANDO EN TI ULTIMAMENTE, [Y ANTES DE LEER LA ACLARACION DE ENRIQUE,] PUES CON MAYOR RAZON PARA ESCRIBIRTE, SE QUE NO TIENES UN PANEL PARA TI, DONDE DIGA: NEREA DANDO LUZ VIRTUALMENTE ..[UNA BROMITA, TU LUZ YA ILUMINA!!] Y BUENO, SE [POR LO QUE ENRIQUE ESCRIBE] QUE COMENTAN ACERCA DE LA COMU Y EN ESO ESTABA Y DECIDIDA PUES AQUI TIENES UN AMOROSO SALUDO DE PARTE MIA. EL LIBRO LLEVA TU NOMBRE, TU PORQUE .....QUE GANAS DE HABLAR CONTIGO, DE SENTIR TU PAZ..TE ADMIRO DESDE YA!! TE CUENTO QUE CUANDO ENTRE A ESTA COMU, ME ATREVI A PONERTE TU NOMBRE, ES QUE ES TAN BELLO! COMO ES LA HISTORIA DE TU NOMBRE? EN ESTA COMUNIDAD, COMO EN MAYOR PARTE DE PAISES, DONDE SE LEA Y COMPRENDA TU NOMBRE, TU SER. SE HABLA DE TI, DEL LIBRO Y NO HE VISTO A NADIE QUE SE DIRIJA A TI, [NO SE PORQUE] Y DE AHI MI SENTIR PARA DIRIGIRTE ESTE MENSAJE. Y COMENTAR QUE QUIERO SER UNA ENSOÑADORA COMPLETA. ENRIQUE DICES QUE ERES TOTAL!! WOW!! COMO QUISIERA SABER COMO Y CUALES FUERON LAS MANERAS DE LLEGAR A ESE NIVEL DE ENSUEÑO. OJALA CONTESTES, Y QUIERO DECIRTE : G R A C I A S!!!!! DE TODO Y CON TODO CORAZON. BENDITA TU LUZ, BENDITO TU SER! | | |
|
Reply
| |
Querida Adriana: Me da mucho gusto lo que me platicas, porque me recuerda que cuando niño cada vez que yo decía las cosas en frente de los demás solía terminar con un final de tango (aunque nosotros, acá en México, le decimos final de mariachi, porque las canciones mexicanas típicas suelen terminar con un ¡tan tan!). Asimismo me da curiosidad eso que tú y Sergio comentan sobre su sentimiento de proximidad para la publicación del volumen segundo de la serie "Nerea", pues precisamente ayer en la noche estaba reflexionando sobre el retraso de cualquier augurio o acuerdo que me indique hacia qué lado me muevo en eso de buscar la manera de publicarlo. Supongo que se debe a que verdaderamente revelamos muchas cosas importantes, particularmente de la vida de Nerea, por lo que probablemente sea necesario que primero se ajusten un poco mejor los ojos que nos leerán. Personalmente, les puedo decir que a mí me gusta más la segunda parte, pues está narrada de manera por demás reveladora en primera persona del singular y por la propia Nerea. Recuerdo que cuando mi Nerea terminó de leerlo me comentó que ahora sí ya no tenía nada sin ocultar, pero que no le importaba que las cosas fueran de esa manera. En fin, ya veremos qué sucede y qué tipo de reacción obtenemos con tanta cosa personal que mostramos a todo lo largo del volumen segundo. Gracias por su interés, y que sea lo que tiene que ser para beneficio de todos. Enrique Rojas. |
|
Reply
| |
ES JUSTO QUE PUBLIQUE EL FORMATO ORIGINAL EN EL QUE ENRIQUE Y NEREA DIERON A CONOCER ESTE MENSAJE, YA QUE YO LO PUSE MAS GRANDE DE TAMAN^O, CASI DE RESULTAR EN "NEGRITO" TODAS LAS PALABRAS, PORQUE RESULTABAN MUY PEQUEN^AS ANTES, COMO PUEDEN VER: | Da: enrique | Inviato: 24/10/2003 22.10 | Queridísimos hermanos: Más que nunca estoy conmovido por la enorme muestra de amor y compromiso que nos acaban de dar al transcribir y poner a disposición de todos aquellos que estén interesados, el primero de mis libros que se ha publicado. Gracias, particularmente, a quienes prestaron su ejemplar y a quienes se tomaron el inmenso trabajo de transcribir las palabras que tantísimo trabajo me costó redactar, y que tanta sangre, sudor y lágrimas me sacaron. De hecho, estoy tan conmovido que, como muestra de la medida de nuestro agradecimiento, el de Nerea y el mío, a continuación les adelanto la primera página del volumen dos (que todavía está buscando editor, habida cuenta que la companía editorial Random House Mondadori dictaminó que no le interesaba darlo a conocer, ni reimprimir la primera parte). Con el amor de siempre: Enrique y Nerea. er en el Espíritu es conjugar la nada y el todo; brillar intensamente en la luz de la conciencia, abrazado por sentimientos extáticos que fluyen y refluyen; existir en una esencia más allá del tiempo y el espacio que se percibe a sí misma. Es el Espíritu quien deviene cuando se proyecta por voluntad para que sus criaturas asumamos la forma de una chispita que teme apagarse en un grito: un lucerito en un mar de estrellas. Desprenderse del Espíritu es acatar un llamado lejano que nos mueve a encarnar. Es caer en el vacío de la angustia, ocurrir entre rítmicas polaridades que luchan por robar tu luz, que te absorben y moldean sin opción, pero sin opacar tu deseo de existir; de seguir brillando a pesar de tu tamaño —inconmensurablemente pequeño, como largo y oscuro aparece el hueco que se abre a tus pies. Y tan larga es la garganta que te traga, que al caer te descubres parte de un todo; conjetura definida por la voluntad primigenia; duda angustiada que reclama compañía; respuesta liberada a sus propios recursos; vértigo que pondera; personalidad que anhela reintegrarse. Para bien o para mal, todo cambia al llegar a tu cuna, pues millares de lucecitas distraen tu atención. Tan grácil es su vuelo y cercana su trayectoria, que por un momento te olvidas de lo que has perdido. No es sino hasta que la semilla de la cual surgirá tu cuerpo tiene oportunidad de arraigar en la porosidad de una membrana que las luces se retiran, entre sonidos que anuncian la secreción de un mar que envuelve y alimenta; que calma y protege... que mece y sosiega. El tiempo pasa y la oscuridad llega, pero sigues siendo luz. Tú lo sabes, pues exhalas chispas que iluminan tu nicho para reproducir el ambiente del que te has desprendido. De pronto, cuando menos lo esperas, las paredes de la bolsa se achican y el líquido en el que flotas se altera. Instintivamente, tratas de protegerte, porque quieres seguir estando bien, pero nada puedes hacer para evitar el ardor que te quema, si acaso seguir siendo tú. Por eso te mueves; por eso te agitas; por eso llamas la atención sobre ti. Al cabo, la tranquilidad regresa, trayendo de la mano un temor que se te pega a la piel. Los cambios que sufres son tan veloces que, casi sin darte cuenta, te has convertido en un ser que aprende a acomodarse. El meneo que provocas es violento y en ocasiones llega a dañarte. A mí me pasó, cuando algo lazó mi pie y se enredó en mi cuello. La angustia que sentí fue muy grande, pues sentí que mi luz se podía apagar; que ya no estaría en mí. Sufrí mucho por las que tuve que pasar: ¡y es que ese brillo era el último indicio que me quedaba de que una vez había sido inconmensurablemente blanca! Para quitarme de encima esta cosa que me estaba ahogando patalee, pero mientras más me agitaba más quemaba el líquido en el que flotaba. A final de cuentas, no sabía si ese iba a ser realmente el fin, ni si mi luz se estaba apagando. Afortunadamente, una voz vino a mi rescate. «No temas —me dijo—, que eso no va a pasar: ¡tu luz brillará siempre!». Era una voz caliente que me ordenaba quedarme quieta para que hiciera algo por vez primera. «Tu cerebro ya funciona, y a esto se le llama pensar. ¡Hazlo!» Recuerdo haber sentido un peso muy grande en el estómago y que esta voz entraba en mí. No sé cómo, pero sentí como si a mi madre le hubieran puesto algo así como un tubo o corneta a través de la cual la voz ordenaba que me estuviese quieta, lo más quieta que pudiera. «Así —decía—, quédate así». Esto fue maravilloso, pues sentí como si alguien me abrazara para decirme algo dulce que infundiera confianza... aunque después se callara. «Ya está —sentenció, al cabo de un lapso inconmensurable—. Ya te vas a mover». La alegría que sentí al escuchar de nuevo esta voz fue tan grande, que de un vuelco me desenredé... y empecé a tomar conciencia de mi situación. «¿Qué hago aquí?», me repetía una y otra vez. Pero mientras más me cuestionaba, más me guiaban esas palabras. Yo movía mi centro, tratando de alcanzarlas, para pedir que me acompañara y me dijera qué soy... por qué estaba aquí. «Porque así tiene que ser esta vez —respondió—. Tú puedes ser lo que quieras, así que sencillamente sé». (Derechos reservados conforme a derechos de autor). | EL AGUILA |
|
|
First
Previous
2-6 of 6
Next
Last
|
|
|
Recommend
Recomendar
Eliminar
Return to Recap. del Grupo