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Da: Hongo_Cosmico (Messaggio originale) | Inviato: 07/09/2003 15.24 | Hola Enrique, solo quisiera hacerte una pregunta que en principio puede parecer bastante simple, pero aun y así me gustaría saber tu opinión al respecto: ¿Donde colocarías exactamente la diferencia entre ego e individuo, en el sentido que se suele confundir la existencia humana, su posibilidad de ser individualmente (que sería a mi entender su poder real) y la importancia personal própiamente dicha? En ese sentido, a veces, alguna gente y en algunos sitios, parece que se refiera al ego como a la personalidad. En principio no son sinónimos aunque una personalidad pueda adquirir rasgos egoistas y de importancia personal. Por ejemplo, leyendo entre líneas algunas partes de Castaneda, da la impresión que a veces se trabaja el acto de reducir la importancia personal a través de una anulación completa de la personalidad entendida como identificación o rasgos definitorios. Pero también es cierto que los animales de la naturaleza constituyen seres individuales y carecen de importancia personal. Por otra parte sus rasgos de personalidad son demasiado ambiguos para decir que los poseen, pero si que se identifican entre ellos a veces en ciertos rasgos comunes entre grupo. (especialmente los simios). En ese sentido los hombres tendrían mas poder, porque su posibilidad de identificarse y condicionarse sería mayor, por ende, su capacidad de SER, ya sea con o sin condiciones abarcaría mas combinaciones de si mismos. Entonces el problema del hombre no radicaría en su tendencia a identificarse, condicionarse y fijarse en una forma, ya que ha de coexistir por la fuerza en esa capacidad, la misma posibilidad de deshacer este hecho, es decir, desidentificarse, incondicionarse, volatilizarse. De tal modo que lo que constituiría una problemática es intentar comprender porque el hombre pierde posibilidad de ser cuando utiliza su poder de hacerlo, si en principio creemos que este poder es legítimo y se le ha dado por naturaleza... ¿La respuesta estaría en el uso que el hace de este don divino? Pero si este don se le ha otorgado por el espíritu, entonces hablamos de impecabilidad, por lo tanto de entrada no debería de lanzar al hombre a un ¿error? que en verdad no lo es. A confundirlo en las apariencias ya que en verdad todos sabemos que no "somos" solo aparentemente si este poder de ser y dejar de ser es de origen divino e impecable. Quizás me estoy complicando demasiado, resumiendo: . ¿Identificarse es condicionarse? . ¿Condicionarse es esclavizarse? . ¿La personalidad es un hecho suficientemente real como para suponer un impedimento para la libertad individual dada gracias a la supremacía del espíritu que está por encima de todo lo que es? (Aun y los casos en que la personalidad sea egoista en extremos?) . ¿La importancia personal existe en realidad? Sea como fuere, muchísimas gracias por el solo hecho de terminar de leer mi prolongada pregunta. Ahora mismo no sabría decirte si mi mente está embotada o clarividente. De ahí mis dudas. Con total aprecio: Franki | | Rispondi
| | Da: Enrique_Rojas | Inviato: 09/09/2003 0.48 | Querido Franki: Cuando he tenido que utilizar en este foro la palabra "ego", invariablemente la he acompañado de la palabra "falso", a modo de referir las consecuencias negativas del ego encarnado, es decir, del "ego falso". Desde nuestro nivel de existencia, al ego mismo, en cambio (es decir al YO SOY), prefiero identificarlo con la personalidad individualizada que se reconoce a sí misma como tal en tanto se relaciona libremente con la fuente otorgadora de personalidad. En este sentido voy a contracorriente, lo sé, pero lo prefiero, pues la palabra ego ya tiene demasiadas connotaciones negativas como para andarlas reivindicando en su relación auténtica con el YO SOY. De cualquier manera, si se pudiera hacer, en mi entender el ego legítimo sería el YO SOY, en tanto se manifiesta en el individuo y es reconocido por éste desde su acto libre y soberano. Tomando en cuenta todo esto que acabo de escribir, la diferencia entre ego falso e individuo radica en que el "ego falso" (que siempre le pertenece al individuo encarnado) funciona desde sus propias necesidades a partir de la carne, e invariablemente deriva en la importancia personal, mientras que la personalidad individualizada, per se, se origina en el Ser (así, con mayúsculas), por lo que funciona desde la luz (que ante todo es manifestación energética de la información radiante, a la vez que rectora energética de las percepciones), e invariablemente aspira al Conocimiento (así, con mayúsculas). Que lo alcance o no depende, en muy buena medida, del uso que la personalidad individualizada haga de su libre albedrío, que por otorgamiento divino (lease amor) le corresponde. De aquí concluyo que la personalidad, en sí misma, no tendría por qué identificarse de manera plena con el ego falso, a no ser que la personalidad individualizada, precisamente por el uso discriminado de su libertad, decidiera zambullirse en la materialidad más densa y al hacerlo aceptara olvidar practicamente todo de sí (que es lo que a final de cuenta sucede cuando encarnamos). Como se ve, el papel que juega el libre albedrío en esta especie de drama cósmico es fundamental, pues cumple una doble función: condena y redime a la personalidad individualizada (y lo hace alternadamente, en movimientos evolutivos y/o involutivos, hasta que alcanza el punto en el que la percepción misma almacena en la conciencia la suficiente información de sí misma como para reconocerse en su ego legítimo, Yo SOY o personalidad individualizada en la luz). Evidentemente, este tipo de movimiento de la conciencia encarnada en la Tierra está reservado para la conciencia humana, al menos hasta ahora (los delfines esperan pacientemente su turno, y están ahí para asumir el relevo en caso de que fuera necesario). El problema, pues, no es tanto la forma que adopta la conciencia en la Tierra (sea humana, delfínica, elefántica, ballenaica o cualquiera otra con posibilidades de pensar que piensa), sino el acto libre y soberano de experimentar desde dentro, es decir, desde sus propias leyes, la materialidad más densa, a modo de identificarse desde ella como parte radiada y radiante, actuada y actuante, creada y co-creadora, del todo, pasando por encima de la importancia personal, hija pródiga del ego falso y de las necesidades materiales que proliferan en las necesidades corporales de subsistencia e identificación absolutizante con la forma, cualquiera que esta sea. Por otro lado, la impecabilidad del acto otorgador de conciencia individualizada le pertenece al Padre, mientras que la impecabilidad que a nosotros nos corresponde, en tanto conciencias individualizadas encarnadas que aceptamos encarnar el experimento más arriesgado de la conciencia de ser, tiene que ver con la manera en la que reconocemos y honramos aquel acto que nos permite funcionar de manera aparentemente separada del todo (si bien el todo mismo es el que nos sostiene). Motivos para el conflicto pudiera haber, y muchos, sin embargo, la mejor manera de honrar al Padre, según la reconoce la conciencia encarnada que se va elevando a sí misma por virtud de su libre albedrío, es superar la forma, el ego falso, la importancia personal y todo aquello que aliena. En pocas palabras, se trata de acabar con el Maya, ilusión hacia la que nos inducen los sentidos corporales y que nosotros perpetuamos a partir de nuestra importancia personal. Para terminar de enfatizar este proceso, vale repetir que el Padre no lanza a nadie hacia la materialidad densa, y que somos nosotros, en uso libre y soberano de nuestro albedrío, quienes nos arrojamos hacia la materia más densa para experimentar (y, por medio de nuestra experiencia, permitirle experimentar al Espíritu) el nivel más bajo posible de vibración. Es ahí, desde ese complejo y valeroso acto, que inicia nuestra impecabilidad, y concluye en nuestro regreso triunfante hacia la Luz. Resumiendo: Identificarse es condicionarse solamente cuando la forma es un fin , y no un medio. Condicionarse es esclavizarse solo en tanto el camino de regreso hacia la luz no ha llegado a cierto punto de conciencia crítica, ya que a partir del mismo, el condicionamiento adquiere un significado completamente distinto. La personalidad sólo es impedimiento en tanto se confunda con el ego falso. La importancia personal existe sólo en la medida en la que la personalidad individualizada funciona desde ella y para ella. ¿Cogito, ergo sum?, that is the question. Enrique Rojas. | | Rispondi
| | Da: Hongo_Cosmico | Inviato: 09/09/2003 11.57 | Pues muchísimas gracias por tus aclaraciones Enrique, pues son muy importantes para mi. Trataré de sostenerlas. Me ha parecido muy interesante que mencionaras la ilusión de Maya, y creo que la relación de ideas se hace especialmente profunda cuando la vinculas con la diferenciación establecida entre ego e individuo, porque es como si las personas corriésemos un tupido velo frente a nuestros ojos cuando tendemos a pensar que nuestra integridad individual es un fundamento egoísta, ya que esto termina por lanzarnos bien a una desconfianza estancada y descompuesta, bien a un nihilismo desenfrenado. Al inclinarnos a pensar que nuestra existencia y sus condiciones limitadoras son originadas por el error, la desconfianza encuentra tierra fértil para germinar, como si confiar significara exponerse a la aniquilación de nuestra libertad y al abuso de lo exterior con nuestras debilidades (¿semillas de fuerza no?) cuando en realidad supone la expansión de este YO SOY que comentas... Definitivamente, encuentro sumamente importante que me comentaras este detalle. Muchísimas gracias por tu atención y seguimos en contacto. | | Rispondi
| | Da: isa | Inviato: 11/09/2003 21.55 | ¨pienso, luego existo¨ si es una pregunta, entonces entrariamos en la controversia entre el ser y el pensar, algo semejante a la del huevo y la gallina o la energia y la materia. y tiene respuesta? un abrazo isa | | Rispondi
| | Da: Enrique_Rojas | Inviato: 12/09/2003 18.55 | ¨pienso, luego existo¨ si es una pregunta, entonces entrariamos en la controversia entre el ser y el pensar, algo semejante a la del huevo y la gallina o la energia y la materia. y tiene respuesta? un abrazo isa Querida Isa: Por eso precisamente fue que escribí: "that is the question". Enrique Rojas. | | Rispondi
| | Da: Hongo_Cosmico | Inviato: 13/09/2003 16.21 | Isa, pensando en la questión de questiones llego a una conclusión: El silencio interior es algo "primordial" temporalmente hablando. Este no sería posible si viniera como causa del pensamiento. Hablando en términos de "emanaciones" creo que es cuando el espíritu (quiero decir el SER) decide establecer un pensamiento dentro de si, que se abre el diálogo interior y entonces se duplica a si mismo. A partir de allí la horizontalidad es posible y todo se puede leer del derecho o del revés. Todo pensamiento duplicado es causa de si mismo, y toda causa de si misma es una duplicación del espíritu original, como expansión o como contracción. Bueno, tengo que desarrollar esto todavía, pero ya es un esbozo de algo... | | Rispondi
| | Da: Hongo_Cosmico | Inviato: 13/09/2003 16.32 | Lo que quiero decir es que uno puede ser sin pensar. Yo soy, es mas YA SOY... ¿Entonces para que concentrarme en ello, si es perder el tiempo? y nunca mejor dicho. Es ganar el tiempo igualmente... todo conveniencias de un estado parcial de mi ser constante. Ahora a ver quien es el guapo que enmudece de golpe! O todos o ninguno, diria yo. O igual me equivoco? | | Rispondi
| | Da: isa | Inviato: 13/09/2003 21.55 | A mi me parece que tratar de responder la pregunta o buscar la esencia de la cosa en si, es quedarse atrapado. isa | | Rispondi
| | Da: Hongo_Cosmico | Inviato: 14/09/2003 2.55 | Pero crees que podríamos aplicar el Zen a la busqueda de la verdad? Buscar sin buscar, no buscar buscando... | | |
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