Hola a toda la comunidad:
Estoy leyendo la respuesta, que se refiere al nagual de 5 puntas de Domingo Delgado.
Aun no leo el libro lo acabo de bajar pero mas halla de la veracidad o o duda del mismo, creo que hay temas mas importantes que tratar como mortales.
Cuando se pierde la objetividad del camino del guerrero, se comienza a deliberar si es o no es, que tan capaz soy y que puedo (hacer-tener) con lo que se, por que el conocimiento es poder y entrar a la segunda atención no es difícil, ser diablero no es difícil, tener amistad con seres inorgánicos no es difícil, ser mórbido no es difícil, un ejemplo fehaciente de ello son los desafiantes de la muerte, el inquilino y me atrevo a decir que el mismo Castaneda.
El reto es ser impecable, es el primer paso, por que es el medio para seguir adelante y tener una mínima oportunidad a la libertad total, cuando capitulamos nuestra vivencia dejamos la carga de nuestra vida, y comenzamos a nacer de nuevo, mas ligeros mas vacíos eso nos quita morbidez y se pierde la importancia personal.
Me recuerda bastante cuando Castaneda le preguntaba del la explicación de los brujos a Don Juan,
“Los brujos son hombres. Somos criaturas del pensamiento. Buscamos aclaraciones.
-Yo tenía la impresión de que mi gran falla era buscar explicaciones.
-No. Tu falla es buscar explicaciones convenientes, explicaciones que se ajustan a ti y a tu mundo. Lo que no me gusta es que seas tan razonable. Un brujo también explica las cosas en su mundo, pero no es tan terco como tú.
-¿Cómo puedo llegar a la explicación de los brujos?
-Acumulando poder personal. El poder personal te hará deslizarte con gran facilidad y entrar en la explicación de los brujos. La explicación no es lo que, tú llamarías una explicación; sin embargo, aunque no aclara el mundo ni sus misterios, los hace menos pavorosos. Ésa debería ser la esencia de una explicación, pero no es eso lo que tú buscas. Tú andas detrás del reflejo de ti y tus ideas
-Habla usted en metáforas -dije-. Hábleme claro. Dígame exactamente qué debo hacer.
-Me temo que confundes las cosas -dijo-. La confianza de un guerrero no es la confianza del hombre común. El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad. El hombre común está enganchado a sus prójimos, mientras que el guerrero sólo depende de sí mismo. Andas en pos de lo imposible. Buscas la confianza del hombre común, cuando deberías buscar la humildad del guerrero. Hay una gran diferencia entre las dos. La confianza implica saber algo con certeza; la humildad implica ser impecable en los propias actos y sentimientos.
-He tratado de vivir de acuerdo con sus consejos -dije-. Tal vez no sea yo lo mejor, pero soy lo mejor de mí mismo. ¿Es eso impecabilidad?
-No. Debes ser aún mejor. Debes empujarte siempre más allá de tus límites.
Comprendí a qué se refería.
-No importa lo que uno revela ni lo que uno se guarda -dijo-. Todo cuanto hacemos, todo cuanto somos, descansa en nuestro poder personal. Si tenemos suficiente, una palabra que se nos diga podría ser suficiente para cambiar el curso de nuestra vida. Pero si no tenemos suficiente poder personal, se nos puede revelar la sabiduría más grande y esa revelación nos importaría un ajo.
Luego bajó la voz como si me estuviera revelando un asunto confidencial.
-Voy a decirte algo que a lo mejor es la mayor sabiduría a la que uno puede dar voz -dijo-. A ver qué haces can ella.
"¿Sabes que en este mismo instante estás rodeado por la eternidad? ¿Y sabes que puedes usar esa eternidad, si así lo deseas?"
Tras una larga pausa, durante la cual un sutil movimiento de sus ojos me instaba a rendir alguna formulación, dije no entender de qué hablaba.
-¡Allí! ¡La eternidad está allí! -dijo, señalando el horizonte.
Luego apuntó hacia el cenit.
-O allí, o quizá podamos decir que la eternidad es así.
Extendió los brazos para señalar al este y al oeste.
Nos miramos. Sus ojos contenían una pregunta.
-¿Y qué me dices de esto? -inquirió, animándome a meditar sus palabras.
No supe qué responder.
-¿Sabes que puedes extenderte hasta el infinito en cualquiera de las direcciones que he señalado? -prosiguió-. ¿Sabes que un momento puede ser la eternidad? Esto no es una adivinanza; es un hecho, pero sólo si te montas en ese momento y lo usas para llevar la totalidad de ti mismo hasta el infinito, en cualquier dirección.
Se me quedó mirando.
-Antes no tenías este conocimiento -dijo, sonriendo-. Ahora es tuyo. Te lo he dado, y sin embargo no importa nada, porque no tienes suficiente poder personal para utilizar mi revelación. Pero si lo tuvieras, sólo mis palabras serían el medio para que acorralaras toda tu totalidad, y sacaras la parte que manda, de estos límites que la contienen.
Vino a mi lado y me tocó el pecho con los dedos; fue un golpe muy ligero.
-Estos son los límites de los que hablo -dije Uno puede salir de ellos. Somos un sentimiento, un darse cuenta encajonado aquí.
Me palmeó los hombros con las manos. Mi cuaderno y mi lápiz cayeron por tierra. Don Juan puso el pie sobre el cuaderno y me miró con fijeza; luego rió.
Le pregunté si lo molestaba tomando notas. Dijo que no, en tono confortante, y apartó el pie.
-Somos seres luminosos -dijo, meneando rítmicamente la cabeza-. Y para un ser luminoso lo único que importa es el poder personal. Pero si me preguntas qué cosa es el poder personal, debo decirte que mi explicación no lo explicará.”
Me tome la libertad de pegar unos pasajes de “Relatos de poder” lo hice para ilustrar mi postura al respecto, se me hicieron bastante adecuados para el tema.
Creo que en este caso un Nagual sería el indicado para hablar de un Nagual de 3 o 4 0 5 puntas y nosotros deberíamos de tener la suficiente energía para poder “entender” a que se refiere y que significa. Y no por que no seamos capaces de poder comprenderlo, posiblemente existan guerreros con esa impecabilidad para poder entenderlo y dudo que halla un nagual autentico entre nosotros que tenga esa cordura e impecabilidad para poder dar la información y el enfoque adecuado además, en innumerables ocasiones Don Juan confronto a Castaneda a corroborarlo el mismo, diciéndole que si no lo podía hacer todo se reducía a palabras nada mas.
Todo lo que comentemos no pasara de ser un asunto intelectual y que considero que no es malo, pero si desgastante y podría desviar el propósito inicial de un Guerrero "La Libertad Total".
No hay guerreros falsos o autenticos, solo guerreros y gente común, cada uno de nosotros podemos saber que somos, no nos podemos engañar. Un guerrero sabe que no tiene tiempo que perder y actúa en concordancia con ello, su muerte esta siempre a su lado y le dice constantemente que no hay nada mas importante en esta tierra que su toque.
Me gustaría saber cual es su opinión al respecto
Anexo una dirección en la cual pueden bajar la obra completa de Castaneda la recomiendo. http://www.elmistico.com.ar/descarga/castaneda/