Querido Antonio:
La recapitulación ha sido conocida por muchas culturas. Algunos la conocen como meditación de vida, otros como retiro espiritual, etc., pero lo que quizá no haya sido muy divulgado es el poder que tiene como herramienta para alcanzar la iluminación, ni se haya hecho el suficiente hincapie en ella como liberadora de karmas. Sidharta Gautama se pasó años bajo la sombra de un árbol, recapitulando no sólo su vida, sino la de los seres que sufren, y alcanzó el estado Búdico. Por cierto, cuando don Jorge Elías habló con Sidharta, allá en la Luz, lo primero que el iluminado le dijo fue: "Yo requerí de siete años para dejarlo todo, y tú pudiste hacerlo en sólo tres días, que fue lo que tu maestro te exigió". Ramtha hizo otro tanto a lo largo de varios años, pero sentado sobre una piedra desde la que se miraba un valle. Zaratustra se subió a su montaña, y el Tonto de la colina de los Beatles sabía que los tontos eran otros, quienes por no entender la importancia de lo que hacía proseguían en su mundo de intrascendencias.
Lo del giro de la cabeza no es imprescindible. De hecho, esa fue una técnica muy específica que don Juan le dio a Castaneda, porque satisfacía las necesidades de su personalidad. Nerea y yo recapitulamos meditando, y antes de dormir. Además, no tenemos que coordinarnos con la respiración para expulsar emociones, porque ambos tenemos mucha paz interna. Con esto te estoy diciendo que todo depende de la persona, pues tampoco es necesario que todos nos encerremos en un espacio pequeño y oscuro para no perder la concentración. Prueba a tu propia manera, y por etapas, que tú mismo verás cuál es la técnica que te da mejor resultado (por cierto, en cuanto a la paz interna, ayuda mucho un decreto de este tipo: "En nombre del Espíritu yo creo paz en mi vida, y pido sentir su amor cada vez que respire").
Lo de recapitular y meditar se puede hacer, dado que hay muy diversos tipos de meditación, de modo que inténtalo. Y sí, en tu caso sería muy conveniente que iniciaras de la manera en la que planeas.
¡Suerte y ánimo!
Enrique Rojas.