Druidismo
Druidismo, creencia religiosa de los antiguos celtas que habitaron la Galia y las islas británicas desde el siglo II a.C. hasta el II d.C. En ciertas regiones de Inglaterra que no fueron invadidas por los romanos, el druidismo sobrevivió hasta dos o tres siglos más tarde, cuando fue suplantado por el cristianismo. Una de las creencias de esta religión consistía en la inmortalidad del alma, que pasaba después de la muerte al cuerpo de un recién nacido. De acuerdo con los informes de Julio César, quien se basaba a su vez en el informe parcial del culto escrito de Posidonius, historiador y filósofo estoico, los druidas se creían descendientes de un ser supremo. Documentos antiguos sostienen que los druidas ejercían las funciones de sacerdotes, de profesores de religión, de jueces y de administradores públicos, después de haber sido investidos del poder supremo bajo un arco druida. Existían tres clases de druidas: los profetas, los bardos y los sacerdotes. Eran asistidos por mujeres profetisas o por brujas, quienes no contaban con los poderes ni con los privilegios de los druidas. Los druidas estaban muy instruidos en temas como la astrología, la magia y las misteriosas cualidades de las plantas y los animales; otorgaban una importancia especial a los robles y al muérdago, sobre todo cuando este último había crecido en un roble; era habitual que celebraran sus rituales en bosques de robles. Los arqueólogos creen que es probable que los druidas usaran monumentos de piedra conocidos como dólmenes, como altares y templos; estos monolitos han sido hallados por toda la zona por donde floreció el druidismo. Stonehenge fue su núcleo capital durante muchos siglos. Los druidas lideraron a su pueblo en la resistencia que opusieron durante la invasión de los romanos, pero su poder se vio debilitado por la rebelión de los guerreros galos, quienes envidiaban su autoridad política. La superioridad de la fuerza militar romana y la consecuente conversión de muchos seguidores del druidismo al cristianismo, llevó a que esta religión desapareciera.
Religión Celta
Las tribus celtas compartían vínculos religiosos comunes. Cuando imperaba la monarquía, el rey tenía un papel sagrado, desempeñando un papel activo en los ritos sacros. Existían dioses panceltas, así como divinidades relacionadas con tribus particulares o con lugares sagrados dentro de su territorio. Los objetos rituales (tales como el caldero de Gundestrup, una gran caldera de plata con decoración en relieve que fue recuperada en un pantano de Jutlandia, en Dinamarca) proporcionan algunas ideas sobre la mitología celta. Fragmentos narrativos de la antigua mitología también pueden encontrarse en la literatura medieval de Irlanda y Gales. Los druidas eran los sacerdotes de la sociedad celta. Su nombre probablemente significaba 'verdadero adivino' y sus funciones incluían la adivinación, la ejecución de sacrificios y la dirección de rituales en festivales religiosos. Los emplazamientos religiosos celtas incluían los recintos de los santuarios, pero a veces también poseían estructuras más elaboradas. Los pozos quizá estuvieran relacionados con la adoración de la tierra y los sacrificios humanos y de animales, así como con la ceremonia de forjar espadas y otras ofrendas, que eran arrojadas en ellos. Algunos emplazamientos naturales también tenían un significado religioso. El acebo y el muérdago se consideraban sagrados, así como las arboledas y los robles. Los animales eran venerados como tótems de la tribu y se buscaba la adivinación en el vuelo de los pájaros o en las entrañas de los animales sacrificados.